La risa tiene poder curativo, vi en un documental que una de las medicinas de una paciente de cáncer que se recuperó, era ver películas que le hicieran reír, eso junto a visualizarse sana teniendo fe de que así sería; confieso que no sé si yo tenga ese nivel de creencia, pero estoy segura de que sí funciona. Una vez alguien me dijo que no se trataba de ver para creer, sino de creer para ver, y de eso se trata.
Mis hijos ríen todo el día, justo antes de empezar a escribir hoy, sin saber todavía de qué hablaría, estuve observándolos por un rato, me contaban cualquier cosa y todo venía acompañado por risas, a pesar de que me siento cansada, no puedo evitar contagiarme con esa energía. Entonces pensé: ése debe ser su motor creador de salud y vitalidad. Ver la vida con alegría, sin duda es mucho más productivo que verla desde la amargura, los niños saben vivir más que los adultos, porque incluso olvidan rápido y perdonan rápido, dos cosas fundamentales para transitar ligeros, sin cargar con sentimientos negativos, innecesarios, que van deteriorando la salud. También preguntan todo y no suponen nada, justo ahora se me ocurre que nosotros los adultos, en vez de aprender a vivir, olvidamos cómo hacerlo, una prueba de ello es que los niños son más felices y eso es a lo que hemos venido ¿cómo podemos decir que hemos evolucionado o cumplido nuestro propósito de vida desde el sufrimiento?
Mi sonriente hija
Cada noche antes de dormir reflexiono acerca de mi día, lo que siento, qué hice bien y lo que pienso que puedo mejorar, es una manera de saberme presente en mi vida y consciente de mi actos. En esta ocasión noté que puedo aprender a reír más, como los niños, desde el alma y sin temor y sobre todo perdonar y olvidar...
Hoy fue un día bastante activo, me levanté muy temprano, escribí un poco y revisé el movimiento del mercado cripto hasta que mi esposo nos llamó para desayunar. Teníamos planeado buscar a mi cuñado y hacer unas compras y así fue, entré a un almacén donde vendían de todo, estaba muy bien surtido y eso me hizo sentir dentro de un paraíso, me entretuve mirando desde sartenes, muebles, electrónicos, accesorios de baño, pintura, hasta un saco de harina de trigo que quería comprar. Pasé un buen rato allí.
Eran las dos cuando regresamos a casa de mi suegra y gracias a Dios tenía almuerzo para nosotros: una rica sopita que sabía a gloria, como siempre; ella cocina muy rico. Nos fuimos a casa y nos pusimos a hacerle mantenimiento al aire acondicionado, que estaba muy sucio y estaba goteando agua. A mí me toca la parte de secar toda el agua que cae al piso al lavarlo, que es bastante... ah y pasarle las cosas que mi esposo necesita. Mis hijos también se unen a esta tarea pues están en el grifo, abriendo y cerrando el agua cada vez que les decimos. Ellos tan bochincheros como siempre, al final pidieron que los mojara con la manguera, como decía, reían y reían. Al terminar esta tarea, estábamos muy contentos por la misión cumplida y ahora el aire enfría más.
Inmediatamente después, amasé la harina de trigo para el pan de la cena. Mi hija le dijo a su papá que quería chocolate caliente y él, que no se resiste a sus peticiones, lo preparó, además de hornear los panes, así que la cena fue muy rica también. Mi siguiente tarea fue escribir mis reflexiones de hoy y pretendo luego descansar en mi camita, mientras veo la telenovela cómodamente, abrazada a mis amores, para finalmente rendirme en los brazos de Morfeo.
Sueña todo lo que quieras, haz todo lo que te atrevas, llega tan lejos como puedas
Me siento feliz y agradecida de tener este espacio en el que compartir Mis reflexiones antes de dormir.
Gracias a todos los que lo hacen posible y a ustedes que dedican tiempo a leerme.
La fotografías mostradas son de mi propiedad y usé la aplicación PhotoCollage para decorarlas.
Emojis hechos con Bitmoji.
El separador usado lo elaboré en PowerPoint.