Concurso Covid - The Talent Club / Ensayo y Credo

in The Talent Club4 years ago (edited)

Concurso Covid - The Talent Club

Antes que nada, les saludo, amables compañeros de Hive, a la vez que agradezco y felicito a la comunidad que conforma @thetalentclub por esta iniciativa de convocarnos para tratar de nuevo el preocupante tema COVID-19, asunto que a lo largo de este terrible año 2020 acapara los titulares de la prensa mundial y de nuestras relaciones personales y sociales.

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Fuente

Centraré esta publicación en exponer mi visión como ser social, de animal político, como ciudadano del mundo (si se me permite el término), ensayar en tono de Ensayo. Porque de esta manera, además de expresar mi experiencia subjetiva, personal, también exteriorizaré mis puntos de vista (físico, metafísico, espiritual) sobre los peligros que estamos viviendo en esta situación sui generis que atraviesa toda la humanidad con la propagación de la pandemia causada por el coronavirus COVID- 19).
Al final del post incluiré un poema que escribí exclusivamente para esta ocasión.

Un virus letal recorre el mundo

11 años antes de que yo viera la luz de este errático mundo terminaba la 2ª Guerra Mundial. En aquella ocasión un puñado de países agrupados en dos bandos, principalmente, monopolizaron el protagonismo de la conflagración que tuvo (y tiene todavía, después de tantas décadas transcurridas) repercusiones históricas en todo el orbe. De tal manera que soy "una persona de cierta edad", como se dice eufemísticamente; y me he quedado admirado observando los ciclos perennes de la luna, consciente de que somos nosotros mismos los que forjamos de forma incesante nuestros destinos.

Trataré de evitar las arenas movedizas de la política internacional (aunque estoy convencido de que ella tiene una responsabilidad de primer orden en todas las encrucijadas donde se resuelven los dilemas de la raza humana y esta, donde hoy nos ha colocado el muy famoso coronavirus COVID-19, no es, para nada, la excepción de la regla) para dar mi opinión sobre este virus que después de siete angustiosos meses todavía se expande dándole vueltas al mundo con su embestida mortal.

El día 4 de abril, hice una publicación titulada El jefe Seattle, la naturaleza y el coronavirus y en esa ocasión cité la página de RTVE.es Mapa mundial del coronavirus, donde se indicaba que, en ese entonces, a causa de la pandemia había:

más de un millón de personas infectadas y más de 52.000 muertos en el mundo.

Hoy, 30 de junio, casi cuatro meses después, la misma página señala que hay:

más de 10,1 millones de personas infectadas y más de 503.000 muertos en todo el mundo.

Es decir, en el lapso de cuatro meses el número de personas infectadas y fallecidas en nuestro hogar ¡se ha multiplicado por 10!

Consideremos la cifras que se expresan con su gélido lenguaje, saquemos nuestras conclusiones, y preguntémonos, apreciados lectores, si hay razones para que ideemos y emprendamos acciones individuales y colectivas más eficaces que las que hasta ahora se han implementado para preservar nuestras vidas ante la real amenaza de esta pandemia producida por el coronavirus SARS-CoV-2 (que origina la enfermedad conocida con el nombre de Covid-19), que luce visos casi apocalípticos y a la cual la ciencia médica no le ha encontrado antídoto todavía, que sepamos, mientras continúa diezmando sin tregua la población del planeta.

Este virus ha provocado una sensible caída en los mercados del mundo debido al confinamiento social, tanto así que una incalculable cantidad de empresas ha tenido que enviar a los trabajadores a sus casas y muchas de ellas han tenido que bajar sus santamarías de manera terminante al no poder solventar las pérdidas que se han derivado de la dilatada cuarentena, disparando el desempleo hasta cifras alarmantes lo que significa que el músculo de la economía se haya con su fuerza laboral peligrosamente reducida y todos sabemos las dramáticas repercusiones que puede acarrear esta situación dentro de las sociedades.
A pesar de que en algunos países se ha intentado volver a "la normalidad social" el repunte de la enfermedad ha obligado a que se retomen las previsiones que confinan por semanas y meses a los ciudadanos en sus hogares sin posibilidad de generar ingresos que les permitan adquirir los alimentos y otras necesidades que requiere día a día la familia.
Otro tanto sucede con la educación de niños, jóvenes y adultos que han visto cerrar sus centros de estudio como medida preventiva para tratar de contener el letal virus, acarreando con ello la ausencia del conocimiento académico que proporciona las herramientas necesarias para la producción de los bienes de consumo en los campos y ciudades, provocando con ello un perverso círculo vicioso que compromete seriamente nuestra subsistencia y, más peor aún (sic), nuestra existencia.

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Ilustración "Dios lucha contra el coronavirus (Covid-19)"
Grattage en graphia, 2020

Un vuelo rasante sobre América, hasta Venezuela

Según cifras de wikipedia Estados Unidos de América (USA) ocupa el primer lugar en el cuadro de países con más casos de coronavirus en el mundo. Hasta el día de ayer en ese extenso país había más de 2.600.000 personas contagiadas y más de 130.000 fallecimientos por este flagelo brotado por primera vez en la ciudad de Wuhan, República Popular China, a finales del 2019.
Pero el virus se propaga a gran velocidad por todo el continente americano (Brasil ya ocupa el alarmante segundo lugar dentro del macabro ranking), donde muchos países no cuentan con sistemas de salud ni siquiera medianamente idóneos que prevengan, contengan, atiendan y solventen los estragos que causa esta peste global.
Lamentablemente, para nosotros, en esta coyuntura se sitúa el caótico caso Venezuela, mi país convertido a la pobreza, mi país empobrecido por una funesta mafia militar y sus acólitos que han secuestrado todas las instituciones del Estado para tratar de perpetuarse en el poder.
Nosotros, los venezolanos, ya tenemos más de dos décadas lidiando con una situación de alto riesgo, de peligro personal y colectivo, porque aquí, en Venezuela, cada día se nos ha convertido en una odisea de la que nos podemos considerar afortunados si seguimos respirando al final del día. De tal manera que el coronavirus COVID-19 pasó a ser uno más de nuestros males en este país donde a diario nos amenaza la inseguridad, la miseria, la falta de atención en los centros de salud, el altísimo costo de la vida, la execrable situación de los servicios públicos (tales como el agua, energía eléctrica, el gas doméstico, el destartalado transporte público, etc...), el brutal desempleo, la ruina provocada a propósito sobre la Educación, desde los primeros niveles hasta el más alto escalón de la Universidad. Además... No. No continuemos con este breviario del caos venezolano. Dejemos la enumeración hasta aquí. Paremos de contar porque el via crucis de la Venezuela actual es demasiado largo para describirlo con sus escabrosos y dolorosos detalles en este corto espacio.
Más bien sigamos trabajando y confiemos en que Siempre habrá un nuevo amanecer y que se aproxima el día en que pronto volveremos a tener libertad, justicia, bienestar social y democracia en Venezuela.
De la misma manera trabajemos también para erradicar esta enfermedad conocida como COVID-19. Todo pasa bajo el sol. Esto también pasará.

Para concluir les muestro el texto poético donde plasmo parte del credo que profeso.

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Siempre habrá un nuevo amanecer

Credo

Creo en la confección de los hilos
que fabrica nuestro libre albedrío
con los rayos dorados del amanecer.

Creo en la sonrisa de los niños
en la rebeldía de los adolescentes
en las arcas definitivas de la vejez.

Creo en la perseverancia y la fe
creo en el hacer y en la poesía
como las aguas de los milagros.

Creo en mis manos que toman
la verdad de las manos tuyas
y que Dios nos toma las manos.

Creo en los lagos y en los polos
creo en la vida sobre el planeta
creo en el vientre de la madre.

Creo en el escenario de nuestra alma
donde se desarrolla la ópera prima
de los frutos que vamos sembrando.


Logo para el Concurso Covid - The Talent Club

Aún hay tiempo de participar en este concurso.
Aquí están las bases

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Gracias por su amable lectura

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Sort:  

Es tan duro lo que vive el pueblo venezolano, veo muchos venezolanos caminando de retorno a su país, con alguna esperanza, pero allá no van a encontrar nada y eso es angustiante, no alcanzo a imaginarme lo que viven, pero al igual que tú, creo en un nuevo amanecer, para ustedes y para todos.
El "Credo" es hermoso, en todo lo que creemos y añoramos.
Un abrazo @oacevedo.

Gracias por tu visita, @marpa, y por el comentario que haces de mi texto.
Sí, la situación de los venezolanos es bastante difícil y preocupante, pero seguimos
trabajando con la esperanza puesta en alcanzar pronto un futuro promisor.
Lamento profundamente no haber entregado a tiempo mi trabajo para el Concurso
de Talent Club. Me enredé con el manejo del horario UTC y quedé fuera del plazo.
Había estado trabajando la publicación con mucha pasión y entrega. ¡Qué lástima!
Me alegra mucho que nos encontremos de nuevo, querida @marpa.
Te saludo con un gran abrazo.

Has logrado expresar con las palabras justas la situación que nos afecta al mundo entero. Tu poema un grito de fe. Hermosa publicación @oacevedo, profunda y cierta. Un abrazo

Me siento halagado por tus nobles palabras dirigidas a mi publicación, @evagavilan.
Amiga, me alegro por tu visita siempre grata. Saludos.