Por más que intente aceptar la receta recomendada, de observarla cada mañana aún no la acepto. Y está siempre resulta airosa cuando observo a mi madre introducir aquella pastilla blanca en su boca. Veo en su mesa tantas cajas diferentes, admirada me pregunto ¡wuao! ¿Dónde queda la sabiduría del cuerpo?
¿Dónde está la fuerza del universo ligada con la divinidad que nos habita?
Es cierto que un medicamento puede aliviar. Pero la causa del porqué llegamos a una determinada condición es nuestra. Siendo observadores de nuestro amado templo cuerpo, escucharlo con atención, brindándole la mejor medicina: la alimentación, la meditación, cambiando y creando hábitos.
Tan bella mi madre, luego de tanto tiempo pudo entender su sagrado cuerpo, aprendió a escucharlo, a equilibrarlo, desde el amor que fue, el que recibió, en el confió y se dejó estar en paz.
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Un proceso muy duro pero lleno de mucha sabiduría para todos los testigos de aquél momento. Te Abrazo mi querida @aguamiel
Es así mi estimada, debemos amar y cuidar nuestro cuerpo y mente para vivir sanamente.
Estoy aprendiendo 😊