Mi viejito cascarrabias
Juan cervantes, mi viejito cascarrabias como le llaman, es reconocido por vestir siempre un elegante traje de gabardina y su inseparable sombrero de tela, heredado de su padre, el cual le cubre sus plateados cabellos. Este viejo cascarrabias de gran estatura y apariencia fuerte, tiene por costumbre guardar en un antiguo baúl, ubicado debajo de la cama fabricada en cedro y tallada con gran maestría por algún artesano ebanista de los años veinte, el dinero que cobra por tres casas que tiene en alquiler.
El viejo cascarrabias, había trabajó en la construcción, desde sus años mozos y gran parte de su edad adulta, logrando con el tiempo juntar la cantidad de dinero suficiente, para construir la casa donde vive actualmente y las otras tres de alquiler.
Juan es un rotundo detractor de las tecnologías, le gusta hacer las cosas a la escuela antigua, como se dice en el argot popular, con hacha y machete. Cuarenta años atrás, en diciembre de 1981, cuando Juan aún era joven, decidió sacar sus ahorros de muchos años de trabajo, de la caja fuerte donde los guardaba, por concejo que le dio su padre antes de fallecer, y depositarlos en una entidad bancaria, para que su dinero tuviera una buena rentabilidad, según le explicaban los asesores de esta entidad. Diez años más tarde Juan había perdido más de la mitad de su dinero; la entidad bancaria se había declarado en quiebra, valiéndose de artimañas y fraudes, sus directivos desaparecieron del país como por arte de magia, escapándose con el dinero de los ahorradores. Desde entonces Juan albergó en su mente y corazón una gran desconfianza por cualquier entidad que tuviese que ver con recaudo, ahorro, o lo que sea que se haga con dinero u otros bienes recaudados. Fue ahí cuando Juan decidió, con el dinero que le quedaba, construir casas, para alquilar.
En poco tiempo, Juan logró construir y poner en alquiler sus primeras viviendas. Todo el dinero recaudado por el alquiler de estas viviendas, lo dejaba guardado dentro del antiguo baúl de cedro, reforzado con metal y con una gran cerradura de acero, debajo de la vieja cama, muy cerquita de Roberta, para que lo custodiara; pues tampoco le gustaba la idea de devolverlo a la caja fuerte, por miedo a olvidar la clave para abrirla o si en algún momento tuviese que salir rápidamente de la casa, no poder sacar su dinero a tiempo, pues la caja fuerte estaba ubicada en el sótano de la casa.
Juanita, la única y adorada nieta de Juan, con tan solo 20 años, ya era una reconocida ingeniera de sistemas. Aunque Juan nunca estuvo de acuerdo, con que su nieta estudiara esta carrera, al final, le pudo más el amor por ella y terminó aceptándolo.
Es el cumpleaños número 80 de Juan y su adorada nieta decidió visitarlo, felicitarlo y pasar ese fin de semana juntos.
Abuelito, ¿por qué tienes tanto dinero guardado debajo de la cama? Le pregunto Juanita.
Él le contestó, que ese era el lugar más seguro para guardarlo, que él no confía en los bancos, por lo que le había pasado en su juventud. También la miró de forma inquisidora, mirada que ella entendió en el acto y le contestó
-Sí abuelito ya sé qué estás pensando, Yo no estaba husmeando por ahí, fue solo que se me cayeron los audífonos de mi teléfono en la orilla de tu cama, me incline a recogerlos y vi ese baúl allí debajo. Sí lo acepto lo reconocí de inmediato, ese era el baúl donde tu guardabas mis juguetes; quise saber si habrían algunas cosas mías de cuando era niña dentro de él, y como se dónde guardas una copia de las llaves de ese candado gigante, las tomé, abrí el baúl y ahí fue cuando vi esa gran cantidad de dinero que tienes”.
Juan sonrió y solo atinó a decir:
-Ah ya, sí cariño
Mira Juanita, no te preocupes, todo va estar bien. Además tengo a Roberta para que me ayude por si alguien se lo ocurre acercarse por aquí
-Roberta?, le pregunto Juanita un poco exaltada, ¿quién? es esa señora, abuelito? ¿Por qué? no me habías contado nada, ¿no ves que ella puede solo querer llevarse tu dinero? ¿Desde cuándo la conoces?
Juan soltó una carcajada muy fuerte, todo lo que le permitían sus ancianos pulmones.
-¿Dónde está el chiste? abuelito, ¡esto es muy serio!
-Cariño, conozco a Roberta desde mi adolescencia. Roberta no es ninguna señora, así le llamo a la gran escopeta que mantengo debajo de la almohada, por si acaso. Me la regaló mi padre cuando cumplí los quince años, para que fuésemos de caza. Pero a mí nunca me ha gustado matar a los animalitos, la tengo ahí solo por seguridad. Los vecinos se quejan de que hay muchos ladrones por esta zona.
-No abuelito, eso es peligroso
-No te preocupes cariño, lo tengo controlado. Soy un viejito cascarrabias duro de roer
Bueno mi viejito cascarrabias, te voy a enseñar un método muy moderno y seguro, con el que estoy trabajando. Se llama criptomoneda, está muy de moda y puedes ganar mucho dinero con ello, y además esta criptomonedas, están en un sitio más seguro que debajo de la cama y las custodian unos expertos más confiables que Roberta.
-¡Ajá! y esas tales criptomonedas ¡cómo funcionan?, supongo que no las usa Superman
Dijo el anciano en tono burlón
-¿Qué? ¿Por qué? Preguntó Juanita.
-Pues son criptomonedas o sea que son hechas con criptonita, por eso son muy valiosas. Si Superman trata de robarlas, se muere. Por eso deben ser muy seguras.
Entonces los dos estallaron en tremendas carcajadas.
-Mira abuelito, las criptomonedas o criptodivisas como también se les conoce, son monedas virtuales, o sea que no las puedes tener en tus manos, son creadas mediante sistemas computarizados. Todas estas criptomonedas están en una base de datos, como si fuese un cuaderno contable, pero digitalmente.
-Y ¿puedo sacar dinero con una tarjeta? Pregunto Juan
No abuelito, aquí no tendrías tarjetas débito. Estas criptomonedas están en una especie de alcancía digital gigante.
-Bueno, en realidad, estas criptomonedas son más una forma de inversión, o sea que puedes comprar y vender la cantidad que desees, en el momento en que lo veas oportuno, y así obtienes tu ganancia, que puedes ir depositando en tu cuenta del banco.
-Ah verdad abuelito que a ti no te gustan los bancos. Pero puedes facilitarme el dinero y yo trabajo para los dos.
El viejito cascarrabias se queda mirando de manera tierna y le dice:
-Bueno cariño, yo pienso que tal vez…
Pero no alcanzo a concretar la idea porque justo en ese momento, se escucharon unos gritos de una voz un poco rara que decía:
-Laaadrón, ladrooooón, ladrón.
Mientras abuelo y nieta estaban en su entretenida conversación y se habían olvidado de cerrar la puerta y la reja de hierro que resguarda la entrada de la casa, tres merodeadores que andaban por allí, se percataron de esto y sigilosamente entraron al antejardín y sacaron sendos cuchillos para ingresar a la casa sin hacer el menor ruido. Los delincuentes no se percataron de que el gran Aurelio el chivato, estaba observándolos con sus grandes ojos, desde la parte de arriba de la reja donde permanecía casi todo el tiempo, camuflando su bello plumaje verde entre las matas que colgaban del techo. Luego como de la nada, se escuchó como si una sirena hablara y diera la alarma de ingreso de ladrones. Cuando Juanita escucho esto se alteró mucho, no sabía de dónde venían los gritos, pero Juan si lo tenía claro y dijo -¡Aurelio! Voy por Roberta. Inmediatamente metió la mano bajo la almohada de la cama y agarro a Roberta y raudo cuan le daban las octogenarias piernas corrió al antejardín. Pero Juanita mucho más veloz llego antes que él, quedando cara a cara con los ladrones. Sin percatarse de que iban armados con cuchillos, Juanita enfrento a los delincuentes cual experta en artes marciales, pero entre los tres lograron someterla y comenzaron a arrastrarla hacia el interior de la casa, para seguir con su plan, solo que no contaban con la presencia del fuerte viejito cascarrabias. Cuando los tres delincuentes levantaron la mirada para atravesar el umbral, se encontraron de frente con la trompa de Roberta apuntándoles.
-Si dan un paso más, les vuelo los sesos Dijo Juan, furioso por ver a su amada nieta en peligro, mientras les apuntaba con la gran escopeta de cazador.
Largo de aquí sabandijas, dijo Juan a los ladrones, los cuales pusieron pies en polvorosa y desaparecieron rápidamente.
-Muchas gracias Aurelio. Dijo Juan al viejo loro
-De nada de nada cascarrabias, respondió cual sabio el emplumado.
Cuando juanita vio al loro no pudo más que sonreír, llena de admiración, pero también dirigió una mirada de reproche a su abuelo; este lo entendió perfectamente y le dijo, está bien invirtamos en las Criptomonedas esas y saquemos ese dinero de aquí.
-Pero ¿viste que con Roberta me puedo defender y defenderte a ti?
-Sí abuelito, Siempre has sido y serás mi héroe. Pero si estos ladrones hubiesen tenido pistolas en vez de cuchillos, otra cosa peor nos podría haber ocurrido.
Ningún dinero vale arriesgar la vida.
-Sí cariño tienes toda la razón. Igual ese dinero es tuyo desde hace dos años
-¿Qué dices abuelito?
-Sí, mira bien en el fondo del baúl
Juanita buscó bien dentro del baúl, y segundos después saco un sobre, con una nota en su interior, que decía “Para mí más grande tesoro, es este tesoro” Atte.: Tu viejito cascarrabias
Juanita miro a su abuelo de forma muy tierna, y llena de emoción se empino y colgó de su cuello como cuando era niña.
Luego se escuchó un leve ¡hay!
Entonces Juanita dijo ¡lo siento abuelito!, se me olvidó que aunque eres muy fuerte, también eres un viejito, mi viejito cascarrabias.
Los dos se fundieron en un abrazo, se olvidaron de lo sucedido con los delincuentes, y se dispusieron a seguir con la celebración del cumpleaños ochenta de Juan; enseguida destaparon una botella de vino, llenaron tremendas copas, las levantaron y dijeron salud, luego cruzaron sus miradas y como los grandes cómplices que eran desde que Juanita nació, gritaron con copas en alto Ahí vamos CRIPTOMONEDAS.
FIN
My curmudgeon old man
Juan Cervantes, my curmudgeon old man as they call him, is recognized for always wearing an elegant gabardine suit and his inseparable cloth hat, inherited from his father, which covers his silvery hair. This old curmudgeon of great stature and strong appearance, has the habit of keeping in an old trunk, located under the bed made of cedar and carved with great skill by some cabinetmaker of the twenties, the money he charges for three houses that he has for rent,
The Old Curmudgeon, had worked in construction, from his early years and much of his adulthood, managing over time to raise enough money to build the house where he currently lives and the other three for rent.
Juan is a resounding detractor of technology; he likes to do things in the old school way, as they say in popular slang, with an ax and a machete. Forty years ago, in December 1981, when Juan was still young, he decided to take his savings from many years of work, from the safe where he kept them, by advice that his father gave him before his death, and deposit them in a bank, so that his money had a good profitability, as explained to him by the advisers of this entity. Ten years later Juan had lost more than half of his money; The bank had declared bankruptcy, using tricks and fraud, his managers disappeared from the country as if by magic, escaping with the savers' money. Since then Juan harbored in his mind and heart a great distrust for any entity that had to do with collection, savings, or whatever is done with money or other collected assets. It was there that Juan decided, with the money he had left, to build houses, to rent.
In a short time, Juan managed to build and rent his first homes. All the money collected for the rent of these houses, he left it stored inside the old cedar trunk, reinforced with metal and with a large steel lock, under the old bed, very close to Roberta, for her to guard it; He also did not like the idea of returning it to the safe, for fear of forgetting the key to open it or if at some point he had to quickly leave the house, not being able to get his money on time, since the safe was located in the basement of the house.
Juanita, Juan's only and adored granddaughter, at just 20 years old, was already a renowned systems engineer. Although Juan never agreed with her granddaughter studying this career, in the end, he got the better of her love for her and ended up accepting it.
It's Juan's 80th birthday and his beloved granddaughter decided to visit him, congratulate him and spend that weekend together.
Grandpa, why do you have so much money tucked under the bed? Juanita asked him.
He replied, that this was the safest place to keep it, that he does not trust banks, because of what she had happened to him in her youth. He also looked at her questioningly, a look that she understood immediately and replied
-Yes Grandpa, I know what you're thinking, I wasn't snooping around, it was just that I dropped my phone's earphones on the edge of your bed, I leaned over to pick them up and I saw that trunk under there. Yes I accept it, I recognized it immediately, that was the trunk where you kept my toys; I wanted to know if there were some of my things from when I was a child inside it, and since I know where you keep a copy of the keys to that giant padlock, I took them, opened the trunk and that's when I saw that large amount of money that you have”.
Juan smiled and only managed to say:
-Ah yea, yes darling
Look Juanita, don't worry, everything will be fine. I also have Roberta to help me in case someone happens to come over here
-Roberta? Juanita asked a little excited, who? is that lady, grandpa? Why? You hadn't told me anything; can't you see that she may just want to take your money? Since when have you known her?
Juan laughed very loudly, as much as his old lungs would allow.
-Where's the joke? Grandpa, this is very serious!
-Honey, I've known Roberta since my teens. Roberta is no lady, that's what I call the big shotgun I keep under my pillow, just in case. My father gave it to me when I was fifteen, so that we could go hunting. But I have never liked killing animals, I have it there just for safety. Neighbors complain that there are many thieves in this area.
-No grandpa, that's dangerous
-Don't worry honey, I have it under control. I'm an old curmudgeon hard to crack.
Well my curmudgeonly old man, I am going to teach you a very modern and safe method, with which I am working. It is called cryptocurrency, it is very fashionable and you can earn a lot of money with it, and also this cryptocurrency, they are in a safer place than under the bed and are guarded by more reliable experts who e Roberta.
-¡Aha! And those cryptocurrencies, how do they work? I guess Superman does not use them
Said the old man in a mocking tone
-What? Why? Juanita asked.
-Well, they are cryptocurrencies that is, they are made with kryptonite, that is why they are very valuable. If Superman tries to steal them, he dies. That is why they must be very safe.
Then the two of them burst out laughing.
-Look Grandpa, cryptocurrencies or cryptocurrencies as they are also known, are virtual currencies, that is, you cannot have them in your hands, they are created by computerized systems. All these cryptocurrencies are in a database, as if it were an accounting notebook, but digitally.
-And can I get money with a card? Asked Juan
No grandpa, you wouldn't have debit cards here. These cryptocurrencies are in a kind of giant digital piggy bank.
-Well, actually, these cryptocurrencies are more a form of investment, that is, you can buy and sell the amount you want, at the moment you see it appropriate, and thus you get your profit, which you can deposit in your account of the Bank.
-Ah right, grandpa, you don't like banks. But you can give me the money and I work for both of you.
The curmudgeonly old man stares tenderly and says:
-Well darling, I think maybe...
But I could not achieve the idea because just at that moment, some shouts were heard from a somewhat strange voice that said:
-Thief, thief, thief.
While grandfather and granddaughter were in their entertaining conversation and had forgotten to close the door and the iron fence that protects the entrance of the house, three marauders who were walking by, noticed this and quietly entered the front garden and took out knives. to enter the house without making the slightest noise. The criminals did not realize that the great Aurelio the sneak was watching them with his big eyes, from the top of the fence where he remained almost all the time, camouflaging his beautiful green plumage among the bushes that hung from the ceiling. Then as out of nowhere, it was heard as if a siren spoke and gave the alarm for the entry of thieves. When Juanita heard this she was very upset, she did not know where the screams were coming from, but Juan was clear about it and said -Aurelio! I'm going for Roberta. He immediately put his hand under the pillow on the bed and grabbed Roberta and quickly with his eighty-year-old legs ran to the front yard. But Juanita arrived much faster than him, coming face to face with the thieves. Without realizing that they were armed with knives, Juanita faced the criminals as an expert in martial arts, but between the three of them they managed to subdue her and began to drag her into the house, to continue with their plan, only they did not have the presence of the strong old curmudgeon. When the three criminals looked up to cross the threshold, they found Roberta's trunk pointed at them.
-If you take another step, I'll blow your brains out, said Juan, furious to see his beloved granddaughter in danger, while he pointed the great hunter's shotgun at them.
Get out of here, you vermin, said Juan to the robbers, who took their feet in a hurry and quickly disappeared.
-Thank you very much Aurelio. Said Juan to the old parrot
-You're welcome at all, curmudgeon, answered the feathered sage.
When Juanita saw the parrot she couldn't help but smile, full of admiration, but she also directed a reproachful look at her grandfather; He understood it perfectly and told him, it's fine let's invest in those Cryptocurrencies and get that money out of here.
-But did you see that with Roberta I can defend myself and defend you?
-Yes grandpa, you have always been and will be my hero. But if these thieves had had guns instead of knives, something worse could have happened to us.
No money is worth risking your life.
-Yes darling you are absolutely right. Maybe that money is yours for two years
-What do you say grandpa?
-Yes, take a good look at the bottom of the trunk
Juanita looked well inside the trunk, and seconds later she took out an envelope, with a note inside it, which said "For me the greatest treasure is this treasure." Sincerely: Your curmudgeonly old man
Juanita looked at her grandfather in a very tender way, and full of emotion she stood up and hung around her neck as when she was a child.
Then she heard a slight there!
Then Juanita said, I'm sorry, grandpa! She forgot that although you are very strong, you are also an old man, my curmudgeonly old man.
The two merged into an embrace, they forgot what happened with the criminals, and they prepared to continue with the celebration of Juan's eightieth birthday; Immediately they uncovered a bottle of wine, filled tremendous glasses, raised them and said health, then they exchanged their gazes and, like the great accomplices they have been since Juanita was born, they shouted with glasses raised. Here we go CRIPTOMONEDAS.
END
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