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La Mirada de Nuestros Ancestros
Napthi regresa a casa con cierto pesar a cuestas. Después de haber caminado durante más de ocho horas, su jornada de cacería ha terminado en fracaso. Con las manos vacías y el estómago rugiendo por el hambre, sabe que debe enfrentar a Mapthur, quien seguro espera de él, un gran botín.
Mientras camina con desdén, no deja de pensar en lo que, en su antiguo clan, deben de estar hablando acerca de sus últimas decisiones. Decisiones que lo han colocado en un punto crucial de su existencia y la de Mapthur. Decisiones totalmente fuera del estándar comunitario y en cierta forma, seguro, que el clan ha mantenido durante muchísimo tiempo. Pero, que Napthi ha considerado son las necesarias para llevar una vida más calmada y acorde a su forma de pensar.
Al llegar al recinto donde vive, Mapthur lo recibe y le increpa de inmediato por la comida. No es para menos. Hace un par de días se terminaron las provisiones y aunque ella también ha salido de caza, la tarea ha sido bastante difícil para ambos. Con mucha algarabía, Mapthur discute, mientras Napthi, con una calma que la exaspera, le comunica que deben ser más pacientes, que mañana seguro conseguirán el alimento que tanto necesitan.
Después de discutir sobre la conveniencia de acudir al clan en busca de ayuda y descartada esta opción, Napthi convence a Mapthur de comer las frutas que han sembrado hace algún tiempo y que ya están casi listas. Juntos, se dirigen al incipiente huerto que han construido cercano al recinto y recogen algunas bananas, papayas, sandias, naranjas y una piña. Luego, sentados en la improvisada mesa en que han convertido la gran piedra en el centro del recinto que les sirve de hogar, abren y cortan las frutas que ha recolectado. Aunque en otras ocasiones las han comido directamente en el huerto y no precisamente para calmar el hambre, en esta ocasión, las mismas les sirven de banquete.
Mapthur retira la cáscara de una banana, pero Napthi le pide que no la coma aún. Luego, corta en pedazos las otras frutas y las coloca juntas sobre la enorme piedra. Mapthur observa el pequeño montículo de frutas apiladas, divide en dos la banana y las coloca sobre las otras frutas. Sus miradas se cruzan, Mapthur sonríe y Napthi le corresponde. Le hace una señal y ambos se dedican a comer gustosos el cúmulo de frescas frutas. Ellos no lo saben y la historia no les concederá ese privilegio. Han creado la primera ensalada de frutas de la humanidad.
Cae el sol en los bordes de las colinas cercanas al hogar de Mapthur y Napthi. Estos, después del atracón de frutas que han disfrutado, están sentados a la orilla del lago que les sirve como inagotable fuente de agua. Mientras disfrutan de un atardecer lejos de las costumbres ruidosas del clan que los vio partir hace ya varias semanas, la pareja no se arrepiente de haber tomado un camino distinto. Un camino que los ha de convertir en la primera pareja independiente de la tribu y que sentara las bases de una nueva comunidad de seres humanos.
Mientras observan el cielo nocturno que se cierne sobre ellos, se maravillan de su hermoso reflejo sobre las aguas quietas del lago. Luego de un rato, se sienten sobrecogidos por la vista que estaban esperando. En lo alto del firmamento y como un tenue, pero fulgurante halo verde, un mensajero celestial marca su ruta milenaria a través del espacio, dejándose apreciar en toda su majestuosidad y belleza, por esta pareja de seres antiguos. Un cometa que ahora, cincuenta mil años después, nos regala una nueva oportunidad de maravillarnos, como en su tiempo lo hicieron Mapthur y Napthi.
Esta es mi entrada para la iniciativa Cuentame Una Historia de la comunidad @freewritehouse. Espero sea del agrado de la comunidad e invito cordialmente a @lisfabian y @karelysk89.
Fuente de las imagenes utilizadas:
Imagen de Espacio por Jaime Orejuela via Pixabay.com
Imagen de Pareja y Lago, generada por la IA ChatSonic de WriteSonic
ENGLISH VERSION
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The Gaze of Our Ancestors
Napthi returns home with some regret. After having walked for more than 8 hours, his hunting day has ended in failure. With his hands empty and his stomach growling with hunger, he knows he must face Mapthur, who surely expects a great booty from him.
As he walks with disdain, he does not stop thinking about what his old clan must be talking about his last decisions. Decisions that have placed him at a crucial point in his and Mapthur's existence. Decisions totally out of the community standard and in some ways, safe, that the clan has held for a very, very long time. But Napthi considered it necessary to lead a calmer life according to his way of thinking.
When he arrives at the compound where he lives, Mapthur greets him and immediately berates him for the food. It's no wonder. The supplies ran out a couple of days ago and although she has also been out hunting, the task has been quite difficult for both of them. With much ado, Mapthur argues, while Napthi, with a calmness that exasperates her, informs her that they should be more patient, that tomorrow they will surely get the food they need so much.
After discussing the convenience of going to the clan for help and discarding this option, Napthi convinces Mapthur to eat the fruits that they have planted some time ago and that are almost ready. Together, they head to the fledgling orchard they have built near the compound and pick some bananas, papayas, watermelons, oranges, and pineapples. Then, seated at the improvised table they have turned the large stone in the center of the enclosure that serves as their home, they open and cut the fruits they have collected. Although on other occasions they have eaten them directly from the orchard, and not exactly to satisfy their hunger, on this occasion, the fruits serve as a banquet.
Mapthur removes the peel from a banana, but Napthi asks him not to eat it yet. He then cuts the other fruits into pieces and places them together on the huge stone. Mapthur looks at the small mound of stacked fruits, splits the banana in two, and places them on top of the other fruits. Their gazes meet, Mapthur smiles and Napthi smiles back. He gives him a sign and they both happily eat the pile of fresh fruit. They don't know it and history will not grant them that privilege. They created mankind's first fruit salad.
The sun sets on the edges of the hills near the home of Mapthur and Napthi. They, after the fruit binge they have enjoyed, are sitting on the shore of the lake that serves as their inexhaustible water source. While enjoying a sunset far from the noisy customs of the clan that saw them leave several weeks ago, the couple does not regret having taken a different path. A path that will make them the first independent couple of the tribe and that will lay the foundations of a new community of human beings.
As they look up at the night sky hovering above them, they marvel at its beautiful reflection on the still waters of the lake. After a while, they are awed by the sight they have been waiting for. High in the firmament and like a faint but dazzling green halo, a celestial messenger marks its millenary route through space, allowing itself to be appreciated, in all its majesty and beauty, by this couple of ancient beings. A comet that now, fifty thousand years later, gives us a new opportunity to marvel, as Mapthur and Napthi did in their time.
This is my entry for the Tell Me A Story initiative of the @freewritehouse community. I hope the community likes it and I cordially invite @lisfabian and @karelysk89.
Space Image by Jaime Orejuela via Pixabay.com
Image of Couple and Lake, generated by AI ChatSonic de WriteSonic
Source of the images used:
Este post es de mi autoría y expreso en él, mis experiencias y aprendizajes cada día en este Blockchain. Todas las imágenes son editadas por mí y corresponden a capturas realizadas en mi PC y las fuentes están indicadas en cada caso. Si te gusta, puedes dejar un comentario u opinión y tu voto favorable.
This post is of my authorship and I express in it, my experiences and learnings every day in this Blockchain. All images are edited by me and correspond to captures made on my PC and the sources are indicated in each case. If you like it, you can leave a comment or opinion and your favorable vote.
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Amigo @fragozar01, es un hermoso texto narrativo, cuyo contenido envuelve al lector y lo lleva a un hermoso lugar ideal para formar un bonito hogar. Sobre todo alejado del clan donde no hay libertad, que es tan necesaria para el ser humano. Por cierto, me acordé, de mis frutos tropicales y nuestra famosa y exquisita, tizana Saludos y cariños.😍
Hermoso amigo @fragozar01 💕
Se de esa sensacion de mirar muchas frutas juntas jajaja interesante la primera ensalada de frutas de la humanidad y gracias a Mapthur y Napthi. Excelente amigo @fragozar01
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