Diablo que mira la luna
El diablo estaba mirando a la luna, y no era una escena de película, no, era el cachudo, el de patas de cabras y cola de dragón. Una chica lo vio y le pareció tierno; las chicas siempre ven ternura en alguien que mira la luna así sea el diablo. Un hombre lo vio y le pareció ridículo; los hombres siempre considerarán ridículo que otro hombre mire la luna. Lo cierto es que el diablo estaba tan concentrado que provocó que los demás se concentraran; primero se le unió un niño, luego una doñita, enseguida tres mujeres más, por la tarde una multitud enfilaba sus ojos a la luna; habían bajado de sus vehículos, del transporte público, habían llegado de todos los extremos de la ciudad porque se enteraron cuando la radio, la prensa y la televisión dijeron que el diablo estaba mirando a la luna.
Más tarde llegaron los uniformados con la seguridad de la nación, pero el ambiente estaba inspirador que hasta había guitarristas tocando instrumentales para que el diablo mirara la luna con mayor armonía; tan bonito le estaba quedando la compañía al cachudo que hasta los curas llegaron para pedirle que se arrepintiera de sus pecados; llegaron también los interesados en hacer pactos, en finalizar los que tenían y una que otra a preguntarle si era casado.
Pero el diablo no hablaba, no respondía porque estaba ensimismado y cuando vieron que soltó una lágrima se asustaron porque significaría que el mal se acabaría; no habría más pecado, adiós a las tentaciones, no más penitencias; por fin una misa donde no se le echara la culpa de todo al demonio; adiós al enemigo, no habría más nunca la necesidad de poner la otra mejilla.
Nadie supo de dónde salió la primera piedra, pero sí que impactó el rostro de la luna; la segunda fue igual, y la tercera se empezó a traer pedazos de ella; el diablo no entendía por qué la estaban partiendo si era tan linda como un ángel; después siguieron las piedras y los pedazos de la luna cayendo al suelo, y como nadie supo en qué momento había desaparecido el diablo, dijeron que ha eso nomás había ido, a provocar la ira que incitó que partieran a la luna como a un vidrio en una pelea callejera.
Debajo, en el submundo, el diablo se lamentaba de su nuevo fracaso por humanizarse.
FIN
Devil looking at the moon
The devil was looking at the moon and it was not a movie scene, no, it was the cachudo, the one with goat legs and dragon tail. A girl saw it and thought it was cute; girls always see tenderness in someone looking at the moon, even if it's the devil. A man saw it and thought it was ridiculous; men will always think it ridiculous for another man to look at the moon. The truth is that the devil was so concentrated that he caused the others to concentrate; first a boy joined him, then a young lady, then three more women, in the afternoon a crowd of people were looking at the moon; they had gotten out of their vehicles, from public transportation, they had come from all ends of the city because they found out when the radio, the press and the television said that the devil was looking at the moon.
Then the uniformed men arrived with the security of the nation, but the atmosphere was inspiring that there were even guitarists playing so that the devil could look at the moon with greater harmony; the company was so pleasant for the cachudo that even the priests arrived to ask him to repent of his sins; also those interested in making pacts arrived, to finish the ones they had and one or the other to ask him if he was married.
But the devil did not speak, he did not answer because he was engrossed and when they saw him shed a tear they were frightened because it would mean that evil would end; there would be no more sin, goodbye to temptations, no more penances; finally a mass in which the devil would not be blamed for everything; goodbye to the enemy, never again would it be necessary to turn the other cheek.
No one knew where the first stone came from, but it did hit the face of the moon; the second was the same, and the third began to bring pieces of it; the devil did not understand why they were breaking it if it was as beautiful as an angel; then followed the stones and the pieces of moon falling to the ground, and as no one knew at what point the devil had disappeared, they said he had only gone there, to provoke the anger that drove them to break the moon like a plate in a street fight.
Down in the underworld, the devil lamented his new failure to humanize himself.
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Muy buena crítica. Muchos "satanizamos" el pasado de alguien o de nosotros mismos, sin darnos la oportunidad de corregir, cambiar y mejorar. Gracias por este hermoso texto.
Muchas gracias por la lectura y comentar mis textos.
Lo hago porque disfruto y aprendo de ellos.
¡Muy bueno! Así terminamos culpando al diablo de tantas diabluras humanas.
En eso tienes toda la razón, hay más diablo en nosotros que en el mismo diablo; la diferencia es que nosotros lo escondemos, pero el diablo no.