Me encanta sentir los latidos de mi corazón; al colocar mi brazo izquierdo cuando estoy sentada al costado izquierdo del cuerpo.Respirar e inclinarme, a veces presionar mi mano contra la silla ayuda a calmar mi mente escuchando esos latidos. Ellos me recuerdan que aún estoy aquí y debo seguir. Siempre me llenó de curiosidad esta sugerencia para calmar los pensamientos. Siempre este ser recalcaba que no debíamos estirar la liga, es decir, que no debíamos tentar a la locura de tanto pensar.
En la indicaciones también leía que las fresas y los duraznos alegraban la vista y con esas frutas me sentiría en las nubes haciendo que mi presión arterial se equilibrara. Por otro lado con ojos muy grandes, este señor explicaba que los guarapos no son malos, solo que debemos consumirlos con sentido común, ese valor que le falta a muchos y pocos le hacen caso.
Dentro de mi pensaba ¿Qué es sentido común? Luego lo aprendí; pocos padres y representantes hablan de eso a sus hijos, será que tampoco saben lo que es. Aprendí que es la capacidad de ver acontecimientos de forma razonable, es parte de la percepción, que interesante; es saber todo con este sentido interno.
En su consulta también decía que no debíamos juzgar, menos burlarse de nadie ya que luego en la familia podían llegar niños con malformaciones, son cosas muy curiosas, en su léxico decía : "niños choretos.
No debemos dejar de pensar antes de hablar, tampoco quedarnos en silencio para pasar por sabios y que antes de dormir debíamos acariciar nuestro cuerpo.
Luego vi como daba con ramas en los cuerpos de mis primas, para que los ramalazos o ráfagas de locura de las damas de la familia pasaran rápidos. Me agarré fuerte del vestido de mi abuela y pregunté ¿quién es este señor? mi abuela con una voz muy dulce me dijo: Es un curandero.
Gracias a estos espacios que nos recrean y relajan. Muchas gracias equipo #freewrites, @mariannewest, @latino.romano y a todos los que hacen posible estas iniciativas.