Malcom in the Middle is one of those series that seems to exist in a limbo, where applying diametrically opposite adjectives like overrated or underrated seem to fit perfectly depending on the situation in which we find ourselves.
My personal relationship with it was quite distant, beyond a few memes and the resounding presence of the excellent Brian Cranston (later known as Walter White), I understood that it was a possibly brilliant comedy, but the incentives to see it were null.
To my surprise, Malcom in The Middle had been in the Disney Plus Latin American catalog for a long time, and fortunately, I finally wanted to give it a chance.
What did I find? a comedy ahead of its time, that without falling into the exaggeratedly edgy knows how to tackle many issues that we would consider irreverent today.
Like many other projects within the Malcom in the Middle genre, it follows the story of a dysfunctional middle-class family, with loving but flawed parents who struggle daily to educate their chaotic children, just like other classics like The Simpsons. or the relatively contemporary Modern Family (which was surely influenced by itself, considering the similarities in tone), is passionately dedicated to breaking all the stigmas that characterized the traditional sitcom.
Ironically, this messy nature ends up serving as a connecting point home to one of its iconic characters, led by rising star Frankie Muniz, who ends up giving the series its name as the middle child of the Wilkerson family.
Malcolm in the Middle is extremely smart, not because his jokes require scientific knowledge to keep up with them, but because he knows how to distribute the perfect number of jokes and visual jokes in each of the scenes that they show us.
It is usual that the first season of many comedies is characterized by a lack of focus, the series created by Linwood Boomer from 2006 seems to be an exception to the rule, the tone is defined from the first minute, its characters already have very defined personalities, and constantly nurtures the internal lore that will later be used.
A great start to one of the most iconic modern sitcoms out there.
Malcom in the Middle es una de esas series que parece existir en un limbo, en dónde aplicar adjetivos diametralmente opuestos como sobrevalorada o infravalaroda parecen encajar a la perfección dependiendo de la situación en la que nos encontramos.
Mi relación personal con ella era bastante distante, más allá de algunos memes y la resonante presencia del excelente Brian Cranston (Luego conocido como Walter White), entendía que se trataba de una comedia posiblemente brillante, pero los incentivos para verla eran nulos.
Para mí sorpresa, Malcom in The Middle llevaba un buen tiempo en el catálogo latinoamericano de Disney Plus, y por fortuna, quise darle un chance finalmente.
¿Con qué me encontré? Con una comedia adelantada a su tiempo, que sin necesidad de caer en lo exageradamente edgy sabe abordar muchos temas que consideraríamos irreverentes en su actualidad.
Al igual que muchos otros proyectos dentro del género Malcom in the Middle sigue la historia de una familia disfuncional de clase media, con unos padres amorosos pero plagados de defectos que luchan diariamente para educar a sus caóticos hijos, al igual que otros clásicos como The Simpsons o la relativamente contemporanea Modern Family (Que seguramente se vio influida por ella misma, considerando las similitudes en tono), se dedica apasionadamente a romper todos los estigmas que caracterizaban a la sitcom tradicional.
Irónicamente, está naturaleza tan desordenada termina sirviendo como un punto de conexión hacia casa uno de sus icónicos personajes, encabezados por el joven promesa Frankie Muniz, quien termina dando el nombre a la serie como el hijo del medio de la familia Wilkerson.
Malcom in the Middle es extremadamente inteligente, no porque sus chistes requieran conocimientos científicos para seguirles el ritmo, sino porque sabe distribuir la cantidad de chistes y bromas visuales perfectas en cada una de las escenas que nos muestran.
Es usual que la primera temporada de muchas comedias se caracterice por carecer de enfoque, la serie creada por Linwood Boomer de 2006 parece ser una excepción a la regla, el tono se encuentre definido desde el primer minuto, sus personajes ya tienen personalidades muy definidas, y constatemente se nutre el lore interno que más adelante será aprovechado.
Un arranque estupendo para una de las comedias modernas más icónicas que existen.
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Malcolm es una de esas series que por más que pase el tiempo no te cansas de ver, si bien a lo largo de la misma hubo cosas que no me gustaron en lo personal, no voy a negar que es genial. Sin necesidad de ser exagerada tiene los toques exactos de comedia y las situaciones planteadas no caen en lo absurdo.
La estoy disfrutando demasiado, no esperaba que fuese tan entretenida.