Es extraño ese sueño que me acobija mientras duermo. Siempre se encuentra ahí, esperando al acecho cuando mis ojos se cierren, siempre quietos, silencioso, reposando a un lado de mi cama. Es posible que su pensamiento errante crea que no me he dado cuenta de su presencia, que estoy desprovista para detectar su estampa, de mi débil olfato para percibir su respiración. Siento su regodeo cuando trata de esconderse en medio del silencio y la oscuridad. Es astuto, solo se hace presente cuando todo queda en penumbra, aún así, lo veo brillar porque su reflejo va más allá de un abrigo de miedos. Lleva consigo colores llamativos, traje de luces, olores agradables. No muestra rostro de dolor, desasosiego o desesperanza. Ese extraño sueño con quien comparto todas las noches, lleva días mostrándome su mejor sonrisa, su perfecto aspecto es demasiado espléndido para definirse como cualquier cosa. Este extraño sueño no solo me espera por las noches, me observa, me detalla, me describe y vuelve otra vez a observarme. Siento temor cuando veo las agujas a del reloj apuntando hasta horas nocturnas, no, no es cierto, quise decir sentía temor, fue en tiempo pasado, hoy es otro día, ya no cuestiono su intención de acompañarme, su interés de escudriñar mi manera de dormir. He sido osada, he querido interrumpir su observación en medio de la noche queriendo espantarlo pero, su intensa mirada ha sabido apaciguar mi ansiedad, son más peligrosos mis pensamientos que los de aquel vigilante de mis sueños. Sigo tranquila, sigo en calma, sigo deleitándome con los reflejos de un sueño que no es más sino el deseo inmenso de generar confianza. Yo también escudriño el silencio de mi extraño sueño, si se va, deseo verlo de vuelta; si se va, cierro mis ojos para volver a encontrarlo.
Mantengo fija mi mirada hacia ese sueño que ya se hace real, estoy lista para recibir la abundancia, lista para transferir herramientas, para dirigir a los otros, para mostrarles un camino, para presentar a los extraños sueños. Estoy lista para brindar sonrisas y sembrar esperanza.
About you I fall asleep
It's strange, that dream that haunts me while I'm sleeping. It is always there, waiting to lurk when my eyes close, always quiet, silent, resting at the side of my bed. It is possible that his wandering thought believes that I have not noticed his presence, that I am devoid of detecting his picture, of my weak smell to perceive his breath. I feel his gloating as he tries to hide in the midst of silence and darkness. He is cunning, he only becomes present when everything is dark, yet I see him shining because his reflection goes beyond a coat of fears. He wears bright colours, a suit of lights, pleasant smells. It does not show a face of pain, uneasiness or despair. That strange dream with which I share every night, he has been showing me his best smile for days, his perfect appearance is too splendid to be defined as anything. This strange dream not only waits for me at night, it observes me, details me, describes me and observes me again. I feel fear when I see the hands of the clock pointing to night hours, no, it is not true, I meant I felt fear, it was in the past tense, today is another day, I no longer question his intention to accompany me, his interest in scrutinizing my way of sleeping. I have been daring, I wanted to interrupt his observation in the middle of the night wanting to scare him but, his intense look has known how to calm my anxiety, my thoughts are more dangerous than those of that watcher of my dreams. I remain calm, I remain calm, I continue to delight in the reflections of a dream that is nothing more than the immense desire to generate confidence. I also scrutinize the silence of my strange dream; if it goes away, I want to see it again; if it goes away, I close my eyes to find it again.
I keep my eyes fixed on that dream that is already becoming real, I am ready to receive the abundance, ready to transfer tools, to direct others, to show them a path, to introduce them to the strange dreams. I am ready to bring smiles and sow hope.
Muy hermoso Comay, felicidades
Gracias comay, algo profundo para mi.
Ese sueño se llama Fe