Caía la tarde se acercaba la hora para el cometido, todo estaba completamente preparado, los invitados empezaban a llegar y el príncipe muy triste desde su balcón observaba pensando como deshacer su fatídico destino del casamiento impuesto por su padre el Rey quien había determinado a una mujer para él, a quien no conocía y le era indiferente.
Ella era una joven vanidosa , hija de cualquier monarca con unas pocas riquezas, fue criada entre falsos lujos que influían en su ambición. Después de la muerte de sus padres queda sola dirigiendo su pequeño reino… pero ella quería más y no pensaba en otra cosa que llegar al poder, era poseedora de encantos, llena de astucia cada vez que había fiesta en el palacio encontraba la ocasión sinuosa y pícara para aproximarse al Rey a quien tenía hipnotizado queriendo este tenerla en su reino lo antes posible.
El Rey gozaba de una reputación admirable por ser respetuoso, abnegado por su pueblo teniendo el matrimonio más sólido y armonioso de todos los tiempos, hasta que conoció a esta mujer quien despertaba en él los instintos más bajos que jamás pensó pasaría por su mente y cuerpo.
Por no poder cumplir sus deseos de desposarla ni tenerla como amante, para mantener el honor de su trono el Rey decidió casar a su hijo con ella y una vez dentro del reino podía admirarla y seguir disfrutando de sus encantos, él estaba convencido que ella lo amaba tras tantas provocaciones que incitaron su lujuria enfermiza.
Llego la hora todo justo y preparado para la esperada boda, el Rey notaba la aflicción de su hijo quien no deseaba casarse, pero para él era necesario se lograra tal unión y así poder llevar a cabo su plan de horror con la joven. El Rey durante el festín mando a preparar las copas para los recién casados la cual tenía una pócima para que pudieran esa noche dormir plácidamente.
Ya retirados los invitados y culminado el gran banquete llego el momento en que todos se dirigieron a sus habitaciones. La joven pareja de recién casadas algo adormecidos inician una grata conversación, en ese instante al príncipe no le resulto tan desagradable la presencia de quien ahora sería su esposa y poco a poco despiertan la pasión entre besos roces y cuerpo semidesnudos, pero ambos se quedan completamente dormidos sin consumar su matrimonio.
El rey en su alcoba ansioso espero a que su esposa entrara en sueño, para luego dirigirse a la habitación del joven matrimonio. Sigilosamente abre la puerta, y su obsesiva mirada enseguida se fijó en la joven a quien como bestia poseyó sin piedad, logrando cumplir sus fantasías recordando tantos momentos de provocaciones que lo hacían sentirse poderoso como hombre.
Una vez saciada su lujuria arreglo el cuerpo de los esposos, dejando un magnifico escenario de una noche de pasión, en la mañana siguiente la joven despertó adolorida, confundida sin recordar nada, movilizando al príncipe invadiéndolo de preguntas ante las que él aturdido tampoco supo responder, la pareja entre sonrojos no salía de su impresión, pues no tenía idea de lo ocurrido.
Y así pasaban los días con la duda de que había pasado aquella noche, aun así su relación iba siendo más armoniosa, empezaron a tener vida de matrimonio ejemplar, mientras tanto el Rey se retorcía de odio hacia la pareja y ella cuando lo veía sentía repulsión, recodando con tristeza como pudo haber coqueteado con ese ser quien cada día le causaba sensaciones pavorosas.
Ella estaba empezando a tener síntomas de embarazo, con alegría le comenta al príncipe y enseguida la pareja da la gran noticia al reino, esto le causó más ira al Rey quien decide irse lejos un tiempo pues sentía cometería otra locura, dejándole una nana especial para el día del parto, encomendando todo lo que necesitaran a su esposa la Reina.
Llegó el momento del alumbramiento era un lindo y fuerte niño recibido por la Reina y la nana encomendada, quien lo posa tiernamente en los brazos del príncipe, este feliz lo acoge deseoso que su padre estuviera allí… repentinamente tocan la puerta y es una carta para la joven mujer ahora madre quien desde el lecho recibe y lee:
¡Esa noche nos casamos y fuimos los amantes más enamorados y hoy nace el fruto de nuestra pasión, tú decides: irte, morirte o quedarte por obligación... Estoy en la torre envíame a mi otro hijo para conocerlo!
El Rey.
Amigos: @saulos y @germandradeg si desean participar les dejo por Aqui el reto de escritura | despetando la musa creado por @ambarvegas.
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