Mi caballo navideño.
Voy a cruzar los caminos
en mi potro navideño
el cual me va a acompañar
desde diciembre hasta enero.
Yo iré feliz de verdad
por los alegres senderos
tocando alegres canciones
en mi cuatro parrandero.
Caballo venezolano
que va por el mundo entero
repartiendo sus mensajes
de esperanza y de consuelo.
El Pacífico es el nombre
que a mi caballo le he puesto,
y es rey en la Navidad
yendo por cualquier sendero.
A quien no se sienta bien
mi caballo yo le presto,
y se sentirá agradado
después de dar un paseo.
Mi caballo es comprensivo
y me lleva a donde quiero
sin oponer resistencia
ni obstáculo ni pretexto.
¡Qué feliz me siento yo
sobre mi caballo negro
que un gorrito rojo bello
le he puesto como sombrero!
A él le gusta cuando al llano
en estos días lo llevo
porque allí hay un rico pasto,
y para bañarse hay préstamos.
También le encanta mirarme
comiendo un plato hallaquero
que me sirve doña Juana
en Las Mercedes mi pueblo.
Todos quisieran tener
un caballo así de bello
que corre con entusiasmo
como acariciando el tiempo.
A veces quiero llevarlo
hacia muy lejanos suelos
porque a mi lindo caballo
le fascina el extranjero.
También le agrada escuchar
la música de estos tiempos
que acompaña con sus cascos
tan rítmicos y fiesteros.
En este mundo no existe
caballo como el que tengo,
que me lo ha obsequiado Dios
y a todas partes yo llego.
Gracias de nevo a Dios doy
porque me da en el momento
la dicha de acompañarme
mi caballo navideño.
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Las gracias por haber destacado este post navideño para crear una atmósfera acorde con el tiempo bello que se inicia estos días.