Blanche, otra generación.
A sus 36 años, Marion era una excelente profesional que amaba su trabajo, al cual dedicaba el cien por ciento de su tiempo. Se había formado con la tutela directa de su padre y mientras otras niñas jugaban con sus muñecas, ella se divertía ¡en grande! jugando con los delfines. Pertenecía al mundo marino, como sus padres. Era hija única y de ellos había heredado una intensa pasión conservacionista. Con ellos había asistido a conferencias internacionales y un sinfín de eventos para preservar las especies que poblaban los océanos, especialmente los grandes cetáceos, como las ballenas y los delfines.
Sus padres se había conocido en un evento conservacionista, ella era escritora, él un biólogo marino, especializado en los grandes cetáceos. Ambos habían hecho un equipo maravilloso en defensa de la protección del medio ambiente marino y la necesidad de proteger su fauna de la sobrepesca. ¿Qué se podía esperar de la hermosa niña que se hizo adulta en esa atmósfera?: Una extraordinaria bióloga marina con formación en oceanografía biológica, tal vez con la formación más completa que alguien podría tener al respecto.
Marion concentró toda su pasión en el proyecto familiar apoyado por significativas organizaciones internacionales, conscientes de las necesidades del mundo marino, cada vez mayores con la escalada del calentamiento global: Edén. El Gran Acuario.
Blanche fue la primera ballena blanca que llegó a "Edén", a raíz de un rescate de un barco ballenero. Estaba herida. El equipo de especialistas la revisó y curó. De la revisión salió una buena noticia, la ballena estaba embarazada. Su tiempo de gestación era de unos cuatro meses, por lo tanto en unos ocho meses más verían nacer un ballenato. Por otra parte, el embarazo explicaba que la ballena estuviese fuera de su hábitat regular, ya que las hembras migran a aguas templadas para que sus crías crezcan bien mientras forman las grasas necesarias vivir en aguas heladas.
Todo el equipo estaba feliz, Edén tendría pronto la primera ballena nacida en sus aguas. Marion se tomó el cuidado de Blanche como algo muy personal. La visitaba diariamente. Llegó a formarse un vínculo muy especial entre la mujer y la ballena. Durante las visitas cada una se reía, a su manera
Al ver a Blanche, Marion no entendía, cómo un ser tan hermoso formaba parte de la sorprendente historia de Herman Melville , con el enfrentamiento entre la inteligencia humana y la inteligencia del formidable cetáceo, Moby Dick, la ballena. En otras palabras, un enfrentamiento entre el hombre y una excepcional criatura de la naturaleza. Aunque Marion estaba consciente de la inteligencia y el carácter depredador de las belugas, así como también de la soberbia que emanaba del capitán Ahab, que el genio de Melville destacaba..
Claro que eran otros tiempos, cuando el hombre se veía a sí mismo como el gran gigante que domesticaría al reino animal y a la naturaleza. Pensó Marion. Afortunadamente, la visión ha cambiado y entendemos la gran importancia de mantener en equilibrio los ecosistemas. Y aunque existen muchos seres humanos perversos, que irrespetan la naturaleza y las leyes, también existimos muchos otros que entendemos el gran valor que tiene cada ser en su ecosistema y con el tiempo, muchos más lo harán. ¡Tienen que hacerlo!. ¡Es la única esperanza para que sobreviva nuestra especie sobre la Tierra!
Fuentes sobre el mundo de las ballenas: Reproducción, Belugas
Mi invitación a este significativo Concurso de minicuentos: Celebrar la novela Moby Dick, portento de la naturaleza y destino humano; ofrecido por Literatos, en tributo al escritor estadounidense, Herman Melville. Enlace
Felicitaciones por la historia 😃 le deseo mucho éxito
Gracias por el apoyo, @cryptomaso
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Excelente relato de la vida en la mar. Felicitaciones @mllg
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