Un huésped desconocido
Luego de entrar y saludar a Angélica con un beso, se sentó en un sofá que estaba en medio de la sala. De inmediato sintió un olor terrible y no pudo evitar arrugar la nariz. Cuando Angélica se acercó traía un ave en la mano. El pájaro, con el buche abultado y un pico afilado, permanecía quieto y sin hacer ruido. Cuando el hombre quiso saber de quién era aquel pájaro y por qué la casa olía tan mal, Angélica con la mirada perdida guardó silencio.
Mientras estuvo allí, el hombre contó los pormenores de su viaje y el porqué de su regreso. En ningún momento captó plenamente la atención de Angélica que ponía el pico del pájaro en su boca como si los dos se estuvieran alimentando. De hecho, el hombre vio extrañado cómo el pájaro subía al hombro de Angélica y le metía el pico en la oreja como si le estuviera contando un secreto. El hombre se sintió tan incómodo que prefirió irse lo más pronto posible.
Una tarde, mientras el hombre asistía a misa, escuchó pasmado que Angélica había muerto. Todos los comentarios giraban en torno a aquel pájaro misterioso que había llegado a casa de Angélica y con el que mantuvo una relación extraña. Algunos dijeron que era el alma de un difunto, otros que era parte de un hechizo. Lo que nadie supo explicar fue por qué en el último suspiro de vida, Angélica dijo que ya tenía alas y en ese instante el pájaro cantó y salió volando por la ventana.
Adoptaré una postura necesariamente socrática, alegando que yo sólo sé que no sé nada. Pero dejaré una pregunta en el aire: ¿por qué en la supuestamente bárbara Edad Media se representaba el alma como un ave y también como un recién nacido?. De cualquier manera, me rindo frente a este poético alegato a la libertad. Abrazos
Y tal vez, en el último instante tengamos la certeza de nuestras alas, esas que mantenemos ocultas hasta cuando llegue nuestro último viaje!! Te abrazo, @juancar347
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¡Atractivo y curioso relato! Entre lo mágico y lo poético, tu cuento me recordó la frase que da título a una obra teatral de Edilio Peña que llamó mi atención desde que la conocí: Los pájaros se van con la muerte. Algo de misterio y de ensoñación habrá siempre entre el ave y la muerte, quizás por el viaje, el vuelo, la liberación... Un abrazo, @nancybriti.
Tu comentario me recordó la vez en la que una anciana me contó que las brujas se mueren cuando son puestas boca abajo y de ellas sale un ser alado. Algunos hablan de pájaros negros, otros hablan de mariposas. Lo que queda claro es la asociación de muerte y alas, que al final es la misma transformación. De repente la vida misma sea un cuento real maravilloso que no hemos sabido leer. Abrazos y gracias por tu comentario, @josemalavem.