Nada malo puede pasar por tomar un atajo a través del bosque, lo he hecho varias veces y lo común es ver naturaleza, tal vez alguna basura olvidada por otra persona, cosas que con el paso de los días de ver siempre lo mismo dejan de llamar la atención, pero esta vez algo captó mi interés mientras me acercaba.
Primero un aroma que fue imposible ignorar, el inconfundible olor a algo quemándose, la curiosidad me dominó, como si nunca hubiera visto algo arder, no le encontré forma al objeto, parecía un trozo de madera así que pensé que tal vez alguien hizo una fogata improvisada o simplemente pasó el rato quemando madera vieja.
Seguí caminando olvidando esa madera chamuscada, sin embargo me topé con mas cosas quemadas, esta vez parecían ramas pero estaban tan entrelazadas entre sí que se me hizo curioso que alguien se tomara el tiempo de acomodarlas de tal manera antes de prenderles fuego, debe ser alguien con mucho tiempo libre.
Continué mi camino pero mi andar se tornaba inseguro mientras seguía viendo más ramas extrañas y quemadas, empezaba a dudar que se tratara de restos de árboles cuando viendo más restos se asemejaban más a entrañas que ramas... pero las entrañas no lucen tan sólidas ¿o si? qué se yo, solo he visto entrañas en películas, nunca en directo.
Escuchaba hojas secas crujir debajo de mis pies a cada paso, era el único sonido que me acompaña en esta extraña caminata, de pronto no eran solo mis pasos los que hacían crujir las hojas, me detuve mirando en todas direcciones... nadie a la vista... perdí la noción de hacia cual dirección me dirijo... de cual vengo, escuché una voz en un idioma que no comprendo, de pronto sentí mucha pesadez, miré a mis manos y mi piel parecía corteza de árbol, el temor me inundó cuando no me pude mover por tener los pies enterrados en la tierra.
Una anciana se acercó y sin titubeos me prendió fuego sin yo poder hacer nada mas que reconocer el olor a quemado que me ha seguido desde que entré a esta zona... mi último pensamiento fue que esas ramas en verdad eran entrañas.
Pocos días después, alguien pegó mi foto junto a otras en una pared, nunca pensé que un atajo me haría terminar como una foto más en un boletín de personas desaparecidas...
Que final, que barbaridad, no me lo esperé ni por un segundo. Excelente narración. Saludos
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