Concurso de minicuentos en homenaje a Cortázar de Literatos | Las flores de la felicidad

in Literatos3 years ago


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Piporro cruzaba el pueblo recogiendo piedras que acarreaba en un viejo cochecito de bebé. Iba sin camisa y con un pantalón raído que se sujetaba a la cintura con un cordel.

Barría el frente de los negocios. Entregaba un envase plástico paa que le dieran comida y se la llevaba a casa.
Comía conversando con el Gran Duque de los acontecimientos diarios. Además el Gran Duque le hablaba de cómo iba la guerra entre Prusia y China. Esto le interesaba mucho. Piporro tenía cincuenta hijos en Prusia y otros cincuenta en China y no quería que se pelearan entre sí.

Un día, mientras barría frente a la panadería, recordó de pronto haber visto mucha gente triste hurgando entre la basura y comiendo desperdicios. Soltó la escoba y salió corriendo a buscar los geranios que había acumulado por años. Eran las flores de la felicidad. Hasta ahora se daba cuenta que todo lo malo que pasaba era su culpa. También la guerra Prusia - China.

Llenó el coche de geranios y corrió a repartirlos por el pueblo. Luminosos y etéreos salían de sus manos. Le daba prioridad a mujeres y niños y disfrutaba al ver sus rostros iluminados con las sonrisas y como corrían a compartir su felicidad con otros.
Llegaron policías y corrieron hacia él, ansiosos por ser felices.

A ellos les lanzó más geranios que a los demás Agradecidos, encendieron fuegos artificiales, lanzaron cohetes.

Piporro reía emocionado ante el homenaje, luego se fue volando, escoltado por dos seres alados.

Le tocó al panadero hacer el reconocimiento del cuerpo. Piporro era una masa sanguinolenta. Se reconocía solo por el pantalón raído, atado a la cintura con un cordel.

"Siempre fue manso, dócil, tenía una locura serena. No sé qué le pasó que se puso furioso de repente, la emprendió a pedradas contra todos y se reía"

Las rocas dispersas en el lugar de los acontecimientos se convirtieron esa noche en geranios blancos y rojos.

Una lápida sencilla señala el lugar donde reposan los restos de Piporro, cuya única culpa consistió en querer hacer felices a todos y en tener demasiada puntería.

Participa en este concurso convocado por @es-literatos. Lee sus bases acá

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Increíble!
La manera en que desenvuelve el texto para luego darnos ese golpe literario de la realidad.
Mucha suerte!

Hola, @arzkyu97, me alegra mucho que te haya gustado. Gracias por tus buenos deseos.

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Muchas gracias por la valoración a mi trabajo literario, @es-literatos, y el que lo hayan compartido en su blog es para mí muy significativo. De nuevo, gracias.

Qué locura más hermosa la de tu personaje.

Sí, @jesuspsoto, qué hay dentro de la mente y pensamientos de las personas a las que llamamos "locas" es uno de esos misterios del Universo que la Ciencia no ha logrado desentrañar. Quise jugar un poco con eso. Gracias por la visita y comentario.

Me encantó como entrelazas la locura con la belleza. Saludos y suerte en el concurso

Saludos apreciados, @popurri, gracias por tus buenos deseos. Me alegra mucho que el relato haya sido de tu agrado.

Enhorabuena. Has recibido apoyo The Creative Coin Fund.

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Manual selection by @jesuspsoto.

Muchas gracias, @cccf, por el significativo apoyo.

Extraordinario... Si Goethe hubiese tenido la oportunidad y la dicha de haber nacido en el Caribe, no tengo dudas que escribiría como tú. Felicidades @sayury, de los mejores que he leído en el concurso. ¡Mucha suerte!

Muchas gracias, @tupamalo, por la gran valoración que das al relato... me dejas sin palabras. Gracias por la lectura y los buenos deseos. Fuerte abrazo en la distancia.