El nuevo gobierno - Concurso de minicuentos satíricos y humorísticos en homenaje al escritor venezolano Antonio Arráiz

in Literatos3 years ago (edited)

Hay una frase, cuyo autor no pude encontrar, aunque pareciera ser más bien el resultado evolutivo de varias otras, la cual reza: "El humor es algo muy serio".

Yo que soy tan atrevido y me meto en cualquier aventura, me tracé el objetivo de escribir mi participación para el Concurso de minicuentos satíricos y humorísticos en homenaje al escritor venezolano Antonio Arráiz. Como ustedes saben, en mi calidad de miembro del equipo organizador, yo no opto a los premios, pero me gusta participar, porque es un reto para mí y creo que puede ser un estímulo para los demás.

Pero debo consfesar que me volví a convencer de la frase antes citada, porque ¡qué difícil es desarrollar bien un tema humorístico! Por supuesto, uno puede recurrir al chiste, a la risa fácil que ofrece la vulgaridad o la burla irrespetuosa, pero escribir humor desde el respeto es algo muy distinto.

Sin embargo no me dejé amilanar y me tracé llegar hasta el final y aquí está el resultado.

Si estuviera participando en el concurso, me descalificarían por haberme excedido de las 1000 palabras que acepta como máximo el concurso. Hacer la reducción de palabras a un cuento, es una tarea que me apasiona, la disfruto. Sin embargo, en esta oportunidad me costó tanto trabajo hilvanar mi historia y quedé tan cansado, que decidí saltarme ese reglamento, porque además siento que la historia logró redondearse solita y no quise correr el riego de perjudicarla.

Así que basta de charla y los dejo con mi participación para este nuevo concurso organizado por la comunidad de Literatos, con su cuenta @es-literatos y el equipo compuesto por @josemalavem y @universoperdido, y con el patrocinio del gran @theycallmedan. Así mismo aprovecho para agradecer por su apoyo y gestión a @eddiespino. ¡Para todos ustedes y todos los que se suman día a día a nuestra comunidad de literatura, va este cuento con mucho cariño, mi sentido homenaje para Antonio Arráiz!

Si aún no estás participando en el concurso, estamos en la raya, pero aún estás a tiempo. ¡Participa!


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Fuente

El nuevo gobierno

—En la selva ha reinado la tranquilidad y los animales han llevado una vida armoniosa, a la vez que ha habido un gran equilibrio, durante mi reinado —respondió el león al señor Mono, que una vez más había convocado a reunión solicitando elecciones justas.

Muchos de los animales presentes compartían la visión del rey de la selva, pero pensaban que también era justo el reclamo que había planteado el mono y quizá sería buena idea probar otra forma de gobierno.

El león, que era bien conocido por su buena disposición a todos los planteamientos, escuchó con atención una vez más la exposición del simio y con solemnidad dijo:

—Ante tanta insistencia y viendo que muchas de las especies representadas hoy aquí, simpatizan con la idea expuesta, voy a nombrar a un equipo de asesores que se encargue de estudiarla y aplicarla en la selva, si resultare conveniente —sentenció.

—Para este comité designo al señor Búho, quien con su consagrada sabiduría podrá aportar mucho en este nuevo proceso, lo acompañarán en esta tarea el señor Burro, que a pesar de su fama de no ser muy inteligente, ha demostrado ser pausado y ecuánime, además de un trabajador incansable y junto a ellos estarán el señor Zorro, señor Conejo, señor Morrocoy —y concluyó pidiendo una pronta decisión en el asunto.

Los miembros del comité se reunieron, estudiaron las distintas alternativas utilizadas históricamente, debatieron tesis de filósofos de varias junglas, hasta que finalmente tomaron una decisión y se la comunicaron al rey. Fue él quien comunicó a los distinguidos ciudadanos que el Comité había aceptado la moción y que se convocaría a elecciones.

Al finalizar la lectura del acta, el señor Mono pidió la palabra y resaltó el valor de la decisión, así como la sapiencia de cada uno de los integrantes del recién creado organismo, a quienes colmó de elogios y epítetos, a la vez que felicitó a Su Majestad por la acertada elección de sus integrantes.

En un arranque de alegría el señor Mono empezó a pegar gritos, saltando de rama en rama y lanzando frutas a los presentes, en señal de celebración, lo cual fue bien recibido por los ciudadanos quienes aprovecharon para disfrutar el improvisado ágape. Solo algunos animales carnívoros vieron de mala manera el gesto, que les pareció discriminatorio.

Un fuerte rugido del jerarca devolvió la calma al ambiente, para seguir el orden y continuar con el punto dos de la agenda. Pero antes de dar lectura al punto, el señor Mono saltó de la liana al podio y luego de disculparse por la forma brusca de irrumpir, dio inicio a un breve discurso.

—Excelentísima Majestad, inestimables miembros del Comité, entrañables y bienquistados cohabitantes de nuestra selva florida. En esta fecha fecunda, que ve el nacimiento de una nueva esperanza que se yergue sobre nuestra profusa geografía, me dispongo a hacer el sacrificio supremo de entregar mi vida a ustedes. Al entender los grandes retos que nos plantea la vida a partir del momento histórico que vivimos, percibo que no es tiempo de egoísmos sino de entrega, que no hay espacio para la insulsez o el desgarbo sino para la gallardía. Por ende y para evitar que caigamos en procesos que puedan generar controversias o desavenencias, he decidido postularme al naciente cargo de presidente y asumir el sacrificado rol de conductor de esta manada compacta y evitar una estampida que pueda poner en peligro la coexistencia y, sobre todo, acabar con la visión unipersonalista que ha marcado nuestra vida social gracias un inadecuado sistema político.

El rey notó que el burro hacía señas, levantando una de las patas delanteras, batiéndola fuertemente, como si fuera un niño en la escuela pidiendo permiso para ir al baño, por lo que decidió interrumpir al primer autonombrado candidato presidencial con un sonoro carraspear, que despeinó ligeramente a la señora Orangutana, quien se encontraba en primera fila, para permitirle al Equus africanus asinus, es decir al señor Burro, expresar lo que le urgía. El señor Mono, que se le erizaron los pelos de las cejas ante el estruendoso sonido leonino, calló y prestó atención a las palabras del pollino, quien pausadamente (como suele hacerlo) espetó que el sistema político aprobado por el Comité, era parlamentario y no presidencialista. Todos quedaron en expectación, mientras señor Burro cogía aire profusamente y en el ambiente se escuchaba como el aire iba entrando en sus pulmones, para finalmente y ante la creciente ansiedad por escuchar lo siguiente, el representante equino lanzó un estruendoso roznido y regresó a su puesto.

El simio sintió como se le subía la sangre a los cachetes como señal de una vergüenza extrema, pues aquella situación lo hacía ver como alguien a quien solo le interesaba figurar y no como el verdadero y más auténtico luchador por los derechos sociales de todos los animales.

Sin embargo, no perdió el talante y de manera firme y decidida solicitó al león —quien de alguna manera seguía siendo lo más cercano a la autoridad a pesar de estar prácticamente “entregando el coroto”, es decir abdicando— una suspensión temporal de la sesión. A lo cual accedió.

Horas después, el ex-primer-candidato-presidencial, se encontraba rindiendo informe a los ciudadanos, acerca de los nexos que le habían detectado al señor Burro con grupos radicales, así como tener familiares vinculados a sectas religiosas y tener unas redes de tráfico de pasto transgénico dentro del reino animal. También el señor Conejo, quien por cierto también era defensor del sistema parlamentario, tenía sus conexiones “oscuras” con el inframundo delictivo, de lo cual señor Mono tenía pruebas que mostraría en su oportuno momento.

Ante el desprestigio que había sufrido el Comité y al reanudarse el cabildo animal, el rey se vio en la necesidad de sustituir a los miembros señalados y atendiendo la solicitud hecha por la comunidad de chimpancés, integraron a uno de ellos y a una delegada de las hienas, quien era conocida como una persona muy seria, a pesar de sus risas constantes.

Cuando el nuevo Comité anuncio la realización de elecciones para un sistema presidencialista, el señor Mono volvió a repetir el discurso hecho anteriormente y terminó su intervención con la misma fiesta, gritos y lanzadera de frutas, que había hecho anteriormente, como si de una coreografía estudiada se tratara. Pero en su discurso esta vez resaltó el loable aporte que a la venidera democracia habían brindado las nuevas adquisiciones del comité, su primo primero primate, el señor Chim Pancé y colmó de lisonjas certeras y embriagantes a la señora Felicia Formia, o Feliformia, como la llamaban sus amigos.

Allí mismo se postularon los candidatos, entre los cuales el primero fue —nuevamente— el señor Mono. Le siguieron la señora Zamura, quien dijo conocer bien las inmundicias de aquella sociedad como para poder sanarlas; también se postuló el señor Pereza, pero no lo hizo por interés en la política, sino porque se encontraba aburrido y lo propio hizo el señor Elefante, de quien todos decían que tenía buena memoria y buen corazón.

El señor Mono sabía que el único que podría dirigir bien al nuevo gobierno, era él, por lo que sin ansias de poder o intereses malsanos, se encargó de difundir información de que los restos de la señora Leona, fallecida recientemente, habían sido utilizados para alimentar a los hijos de la señora Zamura, noticia que aunque sonara natural, produjo la inhabilitación política del ave de rapiña. Así mismo salieron a la luz pública fotos del señor Pereza dormido en varios de sus trabajos anteriores, lo cual sentó un mal precendente. Para completar la tarea se coló información de la cantidad de kilos de alimento que se consumía un elefante, con la advertencia de que el interés del candidato paquidermo era poder aumentar su cuota alimentaria.

Antes de que el Comité diera su informe de los resultados electorales, el señor Mono volvió a tomar la palabra para ensalzar la labor del Comité y cada uno de sus miembros e hizo hincapié en lo acertada de la decisión de esta institución, al inclinarse por el sistema presidencialista.

Finalmente procedieron a leer los escrutinios. Los medios internacionales, quienes se habían hecho eco de todas las incidencias de este curioso proceso político, transmitían desde los árboles más altos, cada detalle de este formal evento.

Entre risas y más risas, la señora Feliformia, anunció el escrutinio. A pesar de la intensa campaña que hizo señor Mono, la fama de amoroso y benévolo del señor Elefante se impuso y ganó.

El señor Mono, esbozando una sonrisa, se acercó a una de las cámaras de televisión que transmitían en directo al resto del mundo, y señalando un pequeño maletín que llevaba encima exclamó —¡aquí tengo las pruebas que demuestran el fraude cometido entre ese vendido comité y algunas potencias no selváticas! ¡Esto ha sido una vil manipulación de los miembros del Comité para imponer un régimen que dé continuidad al reinado del león!

El león, que con paso felino y sigiloso, había llegado hasta donde estaban los medios y que escuchó las declaraciones del derrotado mico, inhaló profundamente y lanzó el rugido más fuerte y temerario que se hubiera escuchado en las últimas décadas y en cientos de kilómetros a la redonda. Esto desató casi una estampida, pues todos sabían que el rey, cuando era por las malas, era muy malo. En menos de 10 segundos no quedaba un alma en el área del cabildo, los árboles quedaron despejados, por el piso no quedó ni un hormiga, hasta los abejorros que normalmente se hacen los locos y que no oyen, habían desaparecido. Del señor Mono no se vio ni siquiera en qué dirección corrió.

Luego de otear atentamente a sus alrededores y comprobar que todos se habían ido, su alteza real se desperezó mientras bostezaba pausadamente, daba marcha hacia su casa, mientras a su mente llegaba el recuerdo de aquella canción que decía: “...pero sigo siendo el rey”.

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Thanks for your permanent presence!

You're welcome @ylich, that's with pleasure! You have good motivation, keep going 😊👍

Me gustan mucho sus publicaciones espero hacerlo tan bien como usted.
Saludos.

¡Ya he visto buenos trabajos tuyos, así que con un poco de empeño y constancia seguramente me superarás!

¡Éxitos!

Muchas gracias @ylich por sus lindas palabras y su gran apoyo en mi trabajos, espero que siga apoyándome en todo el camino que me falta por recorrer con sus concejos y buenos deseos.

¡Puedes contar con eso! 😉

Mi hermano, este cuento es a lo Quiroga, quien tiene unos cuentos de animales buenísimos, anaconda, seguramente lo conoces, si no en cuanto puedas léelo, se que te gustará.
Me gustaron todos los personajes, pero el del mono, y el león fueron mis favoritos.
Manejas muy buen los discursos políticos, de repente un día de estos te lanzas, ja ja.
Divertida historia, cumplida la tarea, felicitaciones amigo León.

Jajaja, yo creo que mis tiempos de político se quedaron atrás hace rato! ¡Quizá pueda cambiar eso si me ofrecen el cargo del león! 😂😂😂

¡Un abrazo, agradecido por tu aprobación! 👍

Bueno, puedes ofrecerte, sacrificarte, por el bien de la humanidad, como su presidente, si señor.
Yo podría hacer el sacrificio de manejar los recursos!

Jajaja, voy a terminar creyendo que tu historia sobre Aquino es autobiográfica 😂😂😂

Ja ja.
Yo le hubiese dado castañas con aguacate.
Saludos mi hermano

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