Creo que las bibliotecas sufrirán una inminente transformación, y se adaptarán y aprovecharán los avances tecnológicos, pero si de algo estoy seguro es que podrán pasar milenios y los libros físicos seguirán teniendo el mismo valor para la humanidad.
¡Concuerdo contigo! Puedo imaginar las bibliotecas del futuro adaptadas a las necesidades tecnológicas de la época, pero aún así el poseer un libro físico, palparlo y oler el aroma que desprenden sus páginas, es una experiencia (y un placer) inigualable.
Así es, podrán surgir una gran cantidad de herramientas tecnológicas para la lectura, pero nada podrá superar a los libros físicos. Gracias por tu comentario.