Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
Invitación a comentar sobre la divulgación de la palabra de Dios a través del programa diario del Hno. Eli Soriano.
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Mi opinión o comentario:
Qué importancia tiene predicar la palabra de Dios?
En el versículo citado se mencionan las sendas antiguas, el buen camino (por el cual debemos preguntar y andar por él). De este texto podemos inferir que:
***1. Si existe el buen camino existe también el mal camino.
Qué tiene que ver la palabra de Dios o la predicación de la palabra en este contexto. Mucho y todo. Nada más antiguo que la palabra de Dios y es comparada con una lámpara o una lumbrera en el camino (Salmo 119:105). Caminar en la oscuridad es una actividad angustiosa, implica que podemos perdernos, tropezar, caer, lastimarnos, etc. Cuando estamos en la oscuridad, nada es más valioso que una fuente de luz. Eso es la palabra de Dios. Predicar la palabra es llevar luz a quien se encuentra en la oscuridad.
La palabra de Dios menciona otros textos que nos permiten ampliar la idea de la palabra como guía en el camino:***
Deuteronomio 30:15, 16: 15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
Mirar y preguntar en las sendas antiguas implica indagar, profundizar en la palabra de Dios cual es el buen camino, cual es la voluntad de Dios y andar por él. Como lo dijo el mismo Señor Jesucristo en Juan 5:39 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.”
Escudriñar es mucho más que leer, es mirar en las sendas antiguas, encontrar el camino y andar por él.
Por otra parte, el Señor Jesús se identifica a sí mismo con el camino. “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al padre sino por mi” (Juan 14:6). Jesús es el camino que conduce al padre. El camino no es una doctrina, el camino es una persona, el camino es Jesús. Andar por el camino implica vivir una estrecha relación personal con Jesús.
Gracias al Hno.Eli Sorianopor sus enseñanzas y guiatura en la palabra, en busca de ese camino.