Toda la vida escuchando acerca del subconsciente y el consciente, como los estados de la mente, me sorprendí gratamente al leer acerca de este tercer estado denominado supraconsciente y que el sabio doctor Roberto Assagioli describe con la siguiente analogía, o así lo entendió este humilde aprendiz; La mente viene a ser la casa en que vivimos, siendo la planta principal el estado consciente en que realizamos la mayoría de nuestras actividades cotidianas, el subconsciente sería el sótano, de haya la analogía con la oscuridad, el sueño y las reacciones instintivas o más primitivas y que algún psiquiatra ubica en la amígdala del cerebro, por cierto la parte profunda de la masa cerebral, que también llaman cerebro reptiliano.
Finalmente, este nuevo nivel supraconsciente vendría a ser la azotea de la casa, donde la mente alcanza el nivel más elevado y funciona mejor la imaginación y la intuición que los creyentes relacionamos como la conexión con Dios y los que no, con la creatividad de la mente humana y que según dicen se aloja en la corteza prefrontal del cerebro.
La ciencia termina descubriendo lo que filósofos y místicos llevan siglos contando, no es fantasía sino reflejo de la realidad conocida a través de la intuición y la meditación.
No tengo ninguna certeza acerca de que tanto es posible cambiar nuestra mente o como diríamos hoy reprogramarla, pero a la vista de mi experiencia personal y los cambios logrados mediante la lectura y el estudio, sumado al deseo de superación y algo que en mi opinión tiene primordial importancia: Buena voluntad y sobre todo ejercerla con constancia, que hasta la más débil, se fortalece con el ejercicio.
Como el músculo que se mueve cuando la mente lo manda, así funcionan los mecanismos humanos.
Si bien es cierto que me costó superar las 500 palabras, finalmente lo logre y si me has acompañado hasta aquí, te agradeceré cualquier comentario que consideres oportuno.
Te invito a unirte a la comunidad #Humanitas donde encontraras buenas vibraciones e ideas de crecimiento personal y bienestar.
Gracias. Te deseo, salud, paz y abundancia de lo bueno.
From the Subconscious to the Supraconscious
Levels of the mind that allow us to function in the world and enjoy it to a greater extent, the more we know ourselves, an exciting topic that I can barely scratch the surface of, but that I dare to address without being a philosopher or psychologist. Jack of all trades and master of none trying to enjoy the best possible life.
In my efforts to overcome some personal mental or emotional difficulties, depending on how you look at it, I have read some texts on self-improvement, motivation, spirituality and psychology where, in general, all kinds of metaphors and analogies are used to describe the mind and its processes. , because without them we would have no words. As when they call "The Shadow" the instinctive processes of fear, defense and attack when detecting danger, regardless of whether it is real or imagined, or when we refer to light or illumination as the superior state and in this it is undoubtedly the influence of religions and spirituality of different origins.
I remember reading different techniques to improve behavior, study, work and other habits through education or manipulation of the subconscious and sleep, but in the end it all comes down to an exercise in perseverance, concentration, study and the exercise of will.
All my life hearing about the subconscious and the conscious, as the states of the mind, I was pleasantly surprised to read about this third state called the supraconscious and that the wise doctor Roberto Assagioli describes with the following analogy, or so this humble apprentice understood it ; The mind becomes the house in which we live, the main floor being the conscious state in which we carry out most of our daily activities, the subconscious would be the basement, if there is the analogy with darkness, sleep and instinctive reactions or more primitive and that some psychiatrist places in the amygdala of the brain, by the way the deep part of the brain mass, which is also called the reptilian brain.
Finally, this new supraconscious level would become the roof of the house, where the mind reaches the highest level and the imagination and intuition that believers relate to the connection with God and those who do not, with the creativity of the human mind and that they say is housed in the prefrontal cortex of the brain.
Science ends up discovering what philosophers and mystics have been telling for centuries, it is not fantasy but a reflection of reality known through intuition and meditation.
I have no certainty about how much it is possible to change our mind or, as we would say today, reprogram it, but in view of my personal experience and the changes achieved through reading and study, added to the desire to improve and something that in my opinion has primary importance: Good will and above all exercise it with perseverance, that even the weakest, is strengthened with exercise.
Like the muscle that moves when the mind commands it, so human mechanisms work.
Although it is true that it cost me to exceed 500 words, I finally managed it and if you have accompanied me until here, I will appreciate any comment you consider appropriate.
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Thanks. I wish you health, peace and abundance of good things
La mente tene recovecos que por más que indaguemos, no podremos recorrer todos sus pasillos y rincones en este proceso vital que llamamos autoconocimiento. Siento que todas las tradiciones antiguas tienen cierta novedad aun hoy. Aunque no se mucho sobre esto del supraconsciente parece que pensar la mente en una relación tripartita, como sótano, planta y azotea resulta muy interesante. Gracias por presentarnos esta reflexión y postura frente estos misterios de la mente.
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Hay un dicho que reza algo así "Es más importante la disciplina que la inteligencia", y tiene relación con un punto que tocabas y es que más allá de nuestras capacidades, que evidentemente también cuentan, lo más importante es nuestra constancia y voluntad en lo que hacemos, lo cual no es otra cosa que ser disciplinado.
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Y seguramente es así, con lo que el ejercicio constante de nuestra voluntad aumenta nuestra capacidad.
Debo reconocer que mi rebeldía a toda autoridad me mantuvo alejado de la constancia, hasta qué necesidad obligo.