Homenaje al maestro, Luis Pardi

Luis Pardi. 19 de octubre de 1927 – 07 de mayo de 1990. Actor, profesor, promotor cultural, mago. Una verdadera influencia. El 07 de mayo pero de 1990, fallecía en Caracas, el maestro Luis Pardi, quien era para entonces el Director de La Escuela Nacional de Artes Escénicas "César Rengifo". Nunca había estado tan de cerca de alguien que literalmente moría con las botas puestas. A Luis lo sacan prácticamente a la fuerza de su oficina en la César Rengifo para la clínica donde moriría semanas después. Él, en plena convalecencia, y con un dedo del pie recién amputado producto de su diabetes, nos recibió a algunos estudiantes en su habitación como si nada. En días anteriores se había inaugurado en el Teresa Carreño, el Festival Internacional de Teatro, 1990. En su discurso inaugural, el Presidente de entonces, Pérez, nombra a varios hombres de Teatro, recuerdo las menciones de Cabrujas, Chocrón, y Chalbaud, cuando para nuestro orgullo y sorpresa -es la verdad- nombró como hombre indispensable en el quehacer teatral venezolano a Luis Pardi. Nuestros gritos y aplausos solitarios y anti protocolares de los pocos de la Escuela que tuvimos la suerte de estar regados por ahí, fue inaguantable. Lloramos, pues ese imprescindible estaba agonizando muy cerca de ahí, en la clínica Luis Razzeti. Cuándo le relaté la anécdota a Pardi, con su humor particular y sin inmutarse me dijo -Chiiiicoooo. Yo estoy a ese niveeeeeel-. No era arrogancia, era Luis despidiéndose. Además, lo estaba. No fue la última vez que lo vi, luego lo visité con Milagro Alvarado -no sé si ella se acuerda-, muy a su estilo se quiso levantar para darnos las comidas que tenía ahí acumuladas, tuvimos que frenarlo. Estaba mal, y en ese momento fue la única vez en mi vida que lo llamé Luis, siempre le dije profesor. Le di un beso en la mejilla, muy loco, y nos despedimos. Afuera estaba la profesora Rocío Rovira, que me dijo que Luis está bien, en fin. Días después nos dejaba, por llamar a su partida de alguna manera. Estaba con Henry MacCarthy cuando nos enteramos. El tiempo se detuvo. Para unos jóvenes de 20 años, llenos de ilusión y que estábamos en la última etapa de nuestro proceso de 4 años en la escuela -Yo estaba en el último trimestre del 3er. año- sencillamente fue una tragedia. La Escuela no se recuperó, no fue fácil, no digo que haya sido lo correcto, caer en ese estado de absoluta confusión y desasosiego, difícil explicarlo, si 30 años después nos sigue doliendo, traten de imaginar lo que fue en ese momento. Luis fue una de las primera personas, hace ya más de 50 años, que decía que el oficio del teatrero tenía que profesionalizarse, tener rango universitario. Lo veían como un loco. Proyectos como Unearte, le deben mucho a Luis y a otras personas. Hoy, en 2020, teníamos pensado hacer -gracias al apoyo de la Dirección actual de la Escuela, en manos de Roy Lorenzo, otro hijo de Luis- una función de la pieza "Don Shakespeare", en La "César Rengifo" en memoria de nuestro recordado Luis Pardi a 30 años de su partida. No se pudo. Esperamos poder hacerla en algún momento. Lo que no se aplazará nunca, es nuestra admiración, respeto y tributo a su legado. Luis, Aura y yo te tenemos muy presente e intentamos hacer el mejor trabajo posible en el teatro y así honrarte. Nunca estaremos a ese nivel tuyo, pero seguimos en la lucha y con honestidad. Seguro estamos que todos los egresados de la Escuela, todos los que han pasado por ella, te tienen presente. En lo personal, discúlpenme, sin dramatismo y exageración sigue siendo un dolor inmenso en el corazón y alma. Un nudo más en la garganta, de esos que se quedaron a vivir ahí con uno. Eterno Luis. "Yo soy Luis Pardi" Paúl Salazar Rivas / 07 de mayo de 2020.

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