En el mundo hay una gran comunidad perteneciente a la transexualidad y a los transgéneros, el 18 de junio de 2018 la Organización Mundial de la Salud (OMS), sacó a la transexualidad de su manual de trastornos mentales como una patología y pasa a ser parte de lo que es la salud sexual, con esto quiero decirles que los transexuales y transgéneros no son personas locas ni nada por el estilo, al contrario, son personas comunes y corrientes a las demás.
Aquí les voy a explicar un poco la diferencia entre transexual y transgénero:
Transexual: Es una persona el cual su sexo de nacimiento no tiene concordancia con su género, ya que el género lo asumimos psicológicamente y no es algo notable como el sexo, de igual forma se considera transexual a la persona que tenga o no cambios en su cuerpo de manera hormonal o quirúrgica, el cual decide llamarse por un nombre el cual se sienta identificado.
Transgénero:Es una persona el cual su sexo de nacimiento no tiene concordancia con su género, ya que el género lo asumimos psicológicamente y no es algo notable como el sexo, se considera transgénero a la persona que no tiene pensado hacer ninguna modificación a su cuerpo bien sea hormonal o quirúrgica y la cual se siente cómoda cuando la llaman de cualquier manera.
Debemos tener en cuenta que no todos los hombres transexuales tienen gustos por alguien de su género opuesto, al contrario, conozco a muchas personas transexuales y/o transgéneros que nacieron de sexo femenino, son de género masculino y le siguen gustando los hombres, eso no tiene nada de malo, actualmente en mi país natal Venezuela tenemos a una mujer transexual que se llama Tamara Adrián, ella es ícono en nuestro país para las personas de la comunidad LGBTI, es una abogada, es la primera mujer transexual en Venezuela en entrar en el parlamento como diputada a la Asamblea Nacional y es la segunda en obtener ese cargo en Latinoamérica, aunque ella se haya operado hace años en Tailandia, cambió su sexo de masculino a femenino, realizó su cambio de nombre, ella sigue teniendo una relación con una mujer, es decir es una transexual lesbiana, y no está mal, tampoco es una locura, eso puede pasar.
Desde mi experiencia viviendo con un transexual puedo decir que la única locura que tienen es que aman y quieren demasiado, en mi caso mi esposo es transexual con la única diferencia que no se ha realizado ninguna modificación pero, si tiene pensado hacerlo en algún momento, nació de sexo femenino pero se siente de género masculino, es algo que se lo respeto y lo apoyo.
Actualmente vivimos en un país que quedó atrás con leyes, permisos y que violenta los derechos humanos, en Venezuela en el art.146 de la Ley Orgánica del Código Civil establece que toda persona puede realizar su cambio de nombre al menos una vez, siempre y cuando eso atente contra su integridad moral, sea motivo de burla y no se sienta identificado, los menores de 14 años deben hacerlo acompañado de su representante. Eso es sólo un escrito y es algo que no se cumple, aquí para poder cambiarse el nombre hay que presentar varios exámenes psicológicos, psiquiátricos para certificar que de verdad eres un transexual, algo que me parece loco porque ellos no amanecen un día diciendo que se sienten de tal manera; en esa parte nuestro país quedó atrás, nuestros países hermanos Colombia y Brasil si aceptan el cambio de nombre sin problema, muchos venezolanos han tenido que emigrar, obtener nacionalidad en otros países que si acepten los cambios de nombres para transexuales y es ahí donde pueden tener de manera legal su nueva identidad dejando atrás la nacionalidad de orígen.
Mi esposo en Venezuela ha sido motivo de burla en su trabajo, hace poco en su actual empleo publicaron una fotografía en la página de instagram de la empresa con su nombre y legal, el cual le molestó e inclusive amigos nuestros que son activistas como nosotros empezaron a escribirle a la empresa para que hicieran la corrección del nombre y del género con el que se referían, lo amenazaron con despedirlo varias veces si nuestros amigos no eliminaban los comentarios y le repitieron que lo iban a despedir era por ese motivo y no porque haya faltado a su trabajo como tal, obligaban a los compañeros de trabajo a llamarlo por su nombre legal cuando en varias oportunidades el notificó su molestia y les dejó claro que no quería ser llamado así.
Así como esa situación también la viven muchas personas en todo el mundo, debemos respetar a todos por igual, todos sentimos al igual que los animales y plantas, mientras más respeto haya mejor será nuestro mundo.