La Desobediencia
Contaba mi abuelo que en una laguna cerca del lago de Maracaibo habían peses que nunca nadie había visto, pero que no todas las personas podían llegar a esa laguna.
La laguna estaba protegida por una extraña fuerza que venía desde el cielo, era tan fuerte que los pescadores cuando intentaban llegar a la laguna esta extraña luz descendía en forma de relámpago y transportaba a la embarcación a mitad del lago, si señor solo una sola persona pudo llegar a la laguna y trajo unos pescados grandes y extraños que parecían de otro mundo, solo que en la travesía de llegar a la laguna y hacer sus labores de pesca, la luz bajo y no lo transporto al lago sino que lo ha dejado ciego.
Y un día le dije a mi abuelo; Con el avance tecnológico y todo lo demás yo quiero arriesgarme a ir a esa laguna, me llevare unos lentes, para rayo y todo lo demas para poder hacer una pesca en la laguna. Mi abuelo no estaba muy convencido, pero sabiendo que yo soy muy testarudo, cualquier cosa que me dijera no me iba hacer cambiar de opinión.
Era sábado recuerdo muy temprano en la mañana invite a un amigo del puerto y bueno ese flacuchento también trajo sus cosas. En vez de pescadores parecíamos investigadores científicos con todo el aparatero que llevábamos. Exactamente 8:23 am salimos del puerto sin mirar para atrás, ya casi llegando a la laguna, nos preparamos, con los lentes encendimos luces, preparamos gps, trasmisores, pararrayos y en el nombre de Dios nos adentramos a la laguna. Era sorprendente la flora que allí había, el sonido era una melodía de ángeles, había un brillo especial que pareciera que en cualquier momento se apareciera una sirena cantando. El agua era tan cristalina que podíamos ver los peses que pasaban debajo el bote. Y preparamos la atarraya, cuando de pronto se escuchó un estruendo en el cielo, el flaco y yo como pudimos nos abrigamos y nos protegimos de la luz que tenía tanta fuerza que nos hacía mover del vote.
Cuando nos dimos cuenta que ya había pasado nos quitamos los lentes y vimos que aun estábamos en la laguna, rápidamente volvimos a lanzar la atarraya, y para sacarla era demasiado pesada, los peces eran muy grandes y no cabían todos en el bote cuando dimos la vuelta para salir de la laguna, escuchamos de nuevo el estruendo en el cielo y no me dio tiempo de ponerme los lentes y cuando intente abrir los ojos ya veía todo blanco, nos transporto la luz y estábamos a la mitad del lago, el flaco me decía, que te pasa hombre y yo le decía no puedo ver, y él me gritaba y me insistía pero mira, mira el bote está lleno de pescados bonitos, grandes mira, y yo nunca jamás pude volver a ver.
Muchas veces no hacemos caso a nuestros padres y abuelos y nos llevamos tremendo sacudón.
Espero les haya gustado mi escritura.
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Gracias por su apoyo...
Es una historia fascinante la que cuentas.
Saludos
Que bueno que le gusto... Saludos
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Muy interesante, una historia bastante mística me llevo al fenómeno, rayos del Catatumbo. felicidades, te deseo el mejor de los éxitos.
Claro esa fue la idea, yo vivo en el Municipio Catatumbo es exactamente de donde es, este espectacular Relámpago. Gracias por leerme y comentar.