Para que Cristo more en vuestros corazones por la fe, para que, arraigado y cimentado en el amor, Efesios 3:17 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Uno de los principales problemas emocionales de la gente en general es su lucha por "aceptarse a sí mismos".
Cuando luchamos internamente con nosotros mismos, porque no aceptamos nuestra propia realidad de lo que somos, pensamos y hacemos, caemos en el conflicto del autorrechazo.
El cristiano debe comprender que desde el momento en que da su paso de fe, para recibir a Cristo como Salvador, se convierte en hijo de Dios, donde Cristo viene a morar en él, por medio del Espíritu Santo.
Si entendemos que Cristo vive en nosotros con la raíz de su amor, esto debería inspirarnos a confiar en Dios y llevarnos a descansar emocionalmente en los brazos de Cristo, y a comprender que somos verdaderos hijos de Dios, y detenernos de una vez por todas, de todo el daño que nos hacemos a nosotros mismos con la autocrítica y el autorrechazo, que destruye nuestra autoimagen y confianza como hijos de Dios.
Aceptarse a uno mismo es reconocer la realidad tal como es, sin juzgar. Eres la persona que eres y te aceptas con la realidad de tu cuerpo y mente, aprobando lo que has aceptado de tu realidad. Todo esto nos ayudará a aumentar la confianza de que Cristo habita en nuestro corazón y nos ama de una manera tan especial, que busca que también nos amemos a nosotros mismos de la misma manera, para amar también a los demás.
No olvidemos que Jesús vino a restaurar nuestras vidas, y una de las principales cosas que Jesús busca en nosotros es la restauración de nuestra propia imagen.
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