Hoy voy a hablarles de una enfermedad de lo más oportuna y necesaria en estos tiempos, la adicción a aprender.
Todos pasamos por aquella etapa de niños, donde volvíamos locos a nuestros padres preguntando todo el tiempo, pidiendo explicaciones de cada cosa que veíamos, estábamos aprendiendo de un mundo totalmente nuevo y ahora les pregunto:
¿Qué pasó?
¿Ya terminamos de conocer el mundo?
¿Porqué no seguimos buscando respuestas?
Muchos dirán que la falta de conocimientos adquiridos se debe a la falta de tiempo, debido a que hay que trabajar para poder comer y en parte tienen razón, pero con la tecnología con la que contamos actualmente y con toda la información a 2 o 3 clics de distancia, creo que no podríamos justificarnos así.
Estamos viviendo una era donde los conocimientos son gratis, pensemos en que a nuestros antepasados no les fue nada fácil estudiar y que quizás estamos desperdiciando uno de los recursos mas costosos a nuestro alcance, dejemos que la curiosidad sea infinita y nos doblegue, dejemos que ese niño interior siga preguntando y cuestionándose sobre como funciona todo o por lo menos lo que nos apasiona.
Dejemos que la curiosidad crezca para que la sociedad mejore.