De nuevo por este mundo. Ahora les traigo un breve cuento; espero que lo disfruten.
La primera vez que la vi fue un poco antes de que me dieran de alta, escuché como un gruñido y me asomé a la ventanilla; me miró a los ojos, a pesar de la máscara roja que tenía, y pude sentir su mirada de auxilio, sus puños apretados me hicieron recordar mi primer día en ese infierno, las inyecciones, las descargas eléctricas, los golpes a media noche.
Hoy es mi última cita, soy mucho más inteligente que ellos y les di las respuestas que querían oír; sí, los odio. Ella parece de los míos; sería tan fácil abrirle la puerta, escaparía y no tendría que pasar por lo que yo pasé.
Camino hacia la puerta, la veo nuevamente a los ojos, suda, sus manos tiemblan; solo tenía segundos para tomar la decisión; saltó del rincón y se recostó a la puerta suplicante.
Lo disfruté @acostacazorla, me gustan los cuentos breves y siempre resultan inquietantes cuando tocan esos temas de trastornos psicológicos.
Gracias por tu comentario y por tu apoyo, mi apeciada amiga.