DE SUS ERRORES SURGIÓ LA VALENTÍA
Martha sabe que ha roto el estigma,
una señorita no debe quedar encinta,
la noche en la que demostró su amor
le dejó una sorpresa que la asustaría.
Sus padres lloran por la dignidad perdida,
basuras hipócritas que no saben disimular,
todas saben contar, marta tiene dieciséis
y ellos de casados trece el próximo mes.
El padre irresponsable un chico de dieciocho,
todo un hombre para bajar faldas en domingos,
un bebe que todavía no sabe que hacer,
ningún trabajo le parece atractivo,
ni los oficios son dignos para el, un príncipe.
Las amigas de Martha todas unas expertas,
la llaman tonta por no saberse cuidar bien,
eso a ellas jamas les pasaría, usan la del día después,
están en los tiempos en que vale es el placer,
le sugieren eliminar y volver pasado el feto.
Martha ya sabe lo que debe hacer,
cuando era niña dos señoras le enseñaron bien,
recordó el don de la vida es algo que Dios da,
pensó, este ser no tiene la culpa de la mediocridad.
veintidós años después Martha es ejemplar,
su presente lleno de éxitos la hace singular,
aunque nunca olvida sus errores,
a su hijo se los recuerda para que no los repita,
le agradece que la llenara de valentía,
por él luchó fuerte y luchará cada día.
