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Los miembros del reino vegetal presentan órganos con diversos grados de evolución, asociados al nivel taxonómico que ocupan.
Los individuos menos desarrollados, presentan estructuras que cumplen, en alguna medida, la misma función de esos órganos en las plantas superiores.
Musgo sobre un tronco muerto.
La anatomía nos permite establecer las estructuras externas e internas presentes en un individuo, mientras que la morfología nos permite estudiar esas estructuras y establecer las relaciones fisiológicas y evolutivas existentes entre las diversas estructuras que se han establecido a nivel anatómico.
Hojas modificadas de una cactácea, en la cual el tallo asume las funciones de la hoja.
Es conveniente recordar que la morfología es una rama de la Biología, mientras que la anatomía es una subdivisión de la morfología.
En el caso de los vegetales, las hojas representan uno de los órganos con mayor diversidad y evolución.
Cara de cabra, una planta de la familia Araceae.
La evolución de las hojas está regida por su capacidad de realizar el recambio gaseoso a través de los estomas y por la compleja trama de reacciones bioquímicas de la fotosíntesis y la respiración.
A nivel anatómico, las hojas pueden presentar un pecíolo y un limbo.
El pecíolo es el pedúnculo que une la hoja al tallo o a las ramas.
Pecíolos en una planta joven de parchita (Passiflora edulis).
El limbo es el cuerpo de la hoja, normalmente aplanado.
La parte superior se llama haz (zona adaxial), y carece de estomas.
A nivel interno, es rico en cloroplastos.
La parte inferior del limbo se llama envés (zona abaxial), y es rico en estomas.
Algunas células de la hoja se transforman en pelos o tricomas, que pueden ser urticantes, glandulares, o protectores.
Otras hojas se pueden modificar en púas o tunas, como medio de protección o para evitar la transpiración.
La hoja presenta un sistema de tejidos especializados entre el haz y el envés.
Corte de una hoja de Aloe vera, mostrando las capas protectoras y tejido interno.
Destaca la epidermis, que es una capa, de cutina, celulosa y lípidos, que actúan como barrera protectora, anti transpirante, con cierta permeabilidad selectiva.
Hojas de la millonaria china (Zamioculcas zamiifolia), mostrando sus hojas brillantes, por las gruesas capas protectoras.
Entre el haz y el envés de la hoja se encuentra el tejido denominado mesófilo, que incluye los tejidos parénquima (vasos del xilema y floema), colénquima y esclerénquima, que actúan como tejidos de soporte y protección.
Mesófilo expuesto en una hoja de Sábila ( Aloe vera)
Hoja de tomate con el mesófilo visto al tras luz. El áreas más clara está carente de mesófilo, porque un gusano minador se los comió.
Cerca del haz, está el parénquima en empalizada, con los cloroplastos.
En la región del envés, está el parénquima lagunar, con los estomas, conectados a los tejidos vasculares, o nervaduras de la hoja.
El límite de la hoja se llama borde.
Hoja con el borde dentado.
Las hojas presentan formas muy variadas, en función del borde, del pecíolo y del limbo, en general.
Hoja lanceolada, de borde liso.
Esta variabilidad de formas está determinada genéticamente, para cada especie de planta.
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En los vegetales menos evolucionados como las briofitas, las hojas son llamadas filidios y llegan a medir unos 5 milímetros.
Musgo creciendo sobre un sobre un tronco ubicado en las montañas de Usera, Edo. Lara.
Los filidios de las briofitas nacen a partir del rudimento de tallo, conocido como caulidio.
Tienen gran capacidad para absorber y retener la humedad ambiental.
Actúan como comunidades pioneras.
Carecen de tejidos como el colénquima y esclerénquima, lo que dificulta el crecimiento vertical.
En el siguiente eslabón evolutivo encontramos las pteridofitas (helechos), que presentan un fronde, que hace el papel de las hojas, de las plantas vasculares.
El fronde es la única hoja de los helechos y presenta divisiones denominadas folíolos, en cuyo envés se ubican los soros portadores de las esporas.
A partir de las gimnospermas, nos encontramos con el grupo de plantas vasculares, que anatómicamente presentan hojas de forma acicular (en forma de aguja, larga y fina), con uno o más vasos circulantes.
Mis hijos Carlos y María, posando al lado de unos pinos de hojas aciculares.
Algunas especies del género cupresus, presentan hojas con una sola nervadura y adheridas al tallo.
En la única especie de Ginkgoaceae (Ginkgo biloba), la hoja se presenta dividida en dos lóbulos, con múltiples nervaduras.
En las angiospermas (plantas con flores, semillas y frutos), encontramos dos patrones fundamentales, que diferencian a las dicotiledóneas de las monocotiledóneas: la forma de la hoja.
Granada (Punica granatum),una dicotiledónea.
Pasto en una finca llanera, del clado monocotiledóneas.
Otra diferencia es la hoja embrionaria inicial.
Las dicotiledóneas tienen dos, a diferencia de las monocotiledóneas, que solo presentan una hoja embrionaria.
Las hojas de las dicotiledóneas suelen tener peciolo y sus nervios se ramifican en venas reticuladas.
Presentan hojas simples o complejas, con un solo plano de simetría, que permite diferenciar un dorso y un vientre.
Las formas comunes de las hojas de las dicotiledóneas incluyen variantes según el limbo:
Las hojas de las monocotiledóneas son simples con simetría isobilateral (se pueden dividir en mitades simétricas a lo largo de dos planos diferentes).
Tienen venas paralelas, bordes suaves y una vaina larga, que cubre el tallo.
Los estomas están distribuidos de manera uniforme en las superficies de las hojas.
Las hojas no presentan peciolo.
Sus nervios se distribuyen paralelos, a lo largo de la hoja.
Las dicotiledóneas, presentan en la base de la hoja, donde se junta a la rama, unas estructuras a modo de pequeñas hojas o escamas denominadas estípulas.
Estipila pubescente, en una planta de tomate.
En las monocotiledóneas, la estípula crece y rodea toda el área circundante a la base de la hoja, cercana a la rama (Obsereven la imagen de las hojas de la planta de Maíz, Zea mayz.)
Hay hojas denominadas sésiles, que carecen de peciolo, donde el limbo se une directamente al tallo.
Hojas con pecíolos casi inexistente, en la millonaria china.
Existen hojas que se transforman en brácteas para rodear y proteger a las flores.
Brácteas muy coloridas, que sirven para atraer a los polinizadores hacia las pequeñas flores.
Existe una gran diversidad en el tamaño de las hojas de una planta.
En lugares de mucha altitud, poca lluvia y pocos nutrientes en el suelo, las plantas tienden a presentar hojas pequeñas, pero numerosas.
Lo mismo ocurre en lugares calientes y secos, donde las hojas se convierten en sitios de reserva de agua y nutrientes (Hojas suculentas).
Planta xerófita, Aloe maculata o saponaria, de hojas gordas y ricas en mesófilo.
La cantidad de radiación solar disponible en un lugar, también determina el tamaño de las hojas, sobre todo, si se asocian a la disposición de agua.
Mucha radiación solar y poca agua generan hojas pequeñas.
Planta del género Portulaca, con mucha afinidad por la luz solar.
Algunos frutos, sensibles al exceso de luz solar, o a los depredadores, son protegidos por hojas grandes, que los ocultan hasta la maduración.
Tanto la anatomía como la morfología de las hojas de los vegetales. nos muestra lo maravillosa que es la naturaleza y como se adapta a condiciones adversas .
Plantas de cambur (Musa paradisiaca), sembradas en un lugar de mucho viento, mostrando las hojas rotas. Aun así, realiza la fotosíntesis.
Protejamos los ecosistemas naturales y disfrutemos de la diversidad vegetal que nos brindan.
Hoja de tomate (Solanum lycopersicum), mostrando el sistema de nervios conductores de sustancias alimenticias.
Ali Riera
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