Ha estado lloviendo mucho por aquí, pero no sale agua por la tubería. Algunos vecinos sacaron sus peroles para agarrar agua de lluvia. Mi esposa no me dejó salir porque tengo gripe y aún no sabemos qué tipo de gripe.
No entiendo eso de que escasee aquí el agua mientras ríos y manantiales se desbordan. Algunos dicen que las máquinas se atrofian si las usan para bombear agua con barro (que de eso también debe haber bastante).
Traté de agarrar un poco de lluvia de un chorrito que cae frente a mi apartamento en el quinto piso, pero apenas conseguí suficiente para bajar la poceta unas tres veces.
Con tobitos hemos estado sacando lo último del tanque, la zurrapa, con eso sobrevivimos. Mucha de esa agua es ya color café con leche. La ventaja es que pueden ahorrarse algunos ingredientes los que quieran preparar un látex, capuchino o "mocochino". Un día se conectó una bomba y la extracción se hizo más fácil, pero lo que queda en el tanque, de momento, es un recurso natural no renovable. El agua de tomar ya tenemos que comprarla.
Nunca había padecido el problema de escasez de agua por tantos días. Antes tenía el carro y conseguía agua suficiente aunque tuviera que buscarla lejos, ahorita hasta la bicicleta está indispuesta con un caucho espichao ("llanta desinflada" en Perú).
No sé qué voy a hacer...
No me estoy sintiendo muy bien,
y el problema del agua es algo
que nadie más me va a resolver.
Sacando la zurrapa del tanque [+zoom]
Créditos del texto e imágenes: Amaponian Visitor (@amaponian)
Uff, así estamos acá en La Villa: Sin agua, sin luz, sin gas, sin gasolina... ¿Ese no es el nombre de una carcel "Sin-sin"?
No... Yo creo que tal vez tú estás hablando de La historia sin fin...