Hace dos meses escribí el primer post corto sobre mi diario de crecimiento personal, hoy que lo he vuelto a leer, me ha llamado mucho la atención el siguiente fragmento: “Una vida engrietada con miles de fracturas que se fueron acumulando hasta que todo colapso y bueno, no hace falta contar el resto. Hoy es el día cero, pronto vendrán mejores días, tiempos y todo vendrá por sí solo... y mejor.” Cuánta razón tenía, si vinieron mejores días, pero también es cierto que tuve que hacer una parada temporal en el infierno. Fue doloroso y muy necesario; gracias a ello pude vomitar todos esos sentimientos siniestros que me habían estado acosando durante tanto tiempo. Después, me enoje mucho por todo, sobre todo por creer en amistades falsas, esas que te llenan de alegría, lo das todo y cuando tú necesitas una mano, ellos simplemente se han marchado. Por otro lado, después de haber pasado por todo esto, vino la calma y junto con ella mi renacimiento.
Cuando volví a nacer, me di cuenta de lo agradecida que estaba por esta segunda oportunidad, ahora sí estaba en el camino correcto. Pero, ahora, sin dame cuenta todo fue llegando solo. Mi amor propio lo estuve trabajando, deje ir los rencores y me sane poco a poco. Descubrí que no es que estuviera muerta en vida, más bien necesitaba soltar y cuidarme; sólo así volví a sentir que estaba totalmente despierta en este mundo. Regreso todo, hasta siento que he regresado algunos años atrás, cuando tenía 18 años. Esa pasión por la vida y por amar genuinamente regresaron, lo puedo sentir correr en mis venas, en cada latido de mi corazón, estoy sanando como siempre quise.
Ahora, en el presente, todo está llegando por sí sólo, y una de esas cosas ha sido la fortuna de volver a sentir esa química inexplicable hacía alguien. Siento que ha sido muy pronto, sobre todo porque ni siquiera lo estaba buscando. Tengo miedo, sí, pero tampoco me quiero cerrar; hace mucho tiempo que no me sentía así. Estoy feliz y convencida de que sí sigo trabajando en todo, esto que me está sucediendo simplemente va a fluir, porque cuando algo es para ti y vale la pena, se siente y se puede ver. Hoy saludo y recibo con alegría mi nueva vida.