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Hace tanto que no hacía una playlist con las canciones que me hicieran soñar; precisamente, por ello, porque no tenía sueños presentes. Mis latidos iban al vacío de la interminable anestesia que corría por todo mi cuerpo. Ahora, todo tiene color, incluso en los días lluviosos y gris, puedo tener la sensación de estar en plena primavera. Esa calidez con la que me sedujiste se siente tan intensa, qué en lugar de quemar me hace estremecer. Te pienso, te escribo y te extraño, incluso desde antes de ser algo. No me preguntes por qué ni cómo, sólo se que esta vez es una emoción genuina que poco a poco se está transformando en un sentimiento. En eso quiero que te conviertas; en mi baile soñado, mirada deseada, abrazos vibrantes y beso infinito. No me gusta pensar en el futuro, ese no sabe nada, ¿por qué no sólo vienes a tocar mi ventana para decirme que quieres ir a caminar por este nuevo camino y dejar “el rato” para el presente?
Química, es el ingrediente secreto; por años todo mundo ha querido sentirlo, pero muy pocas veces se da. Al menos en mi caso, ha sido toda una odisea poder huir de los muertos vivientes ‹‹desmatcheados››. Por eso hoy celebro conocerte y, que un lugar tan poco apreciado por mí se haya convertido en especial, por el simple hecho de haberlo recorrido contigo.