Todas aquellas personas que están bajo las leyes de la iglesia, deben ser respetuosas y regirse por todo lo establecido por ella.
Aquellas personas que no son mientras de la iglesia no están sujetos a estas leyes. Pero si algún hermano cristiano se casa con una mujer que no es miembro de la iglesia, es decir no es creyente, puede casarse con ella y al hacerlo ella está recibiendo la bendición de la iglesia y recibiendo el beneficio de la santificación a través del esposo e igualmente esta bendición la recibirán sus hijos por añadidura, al consentir a vivir con esta persona no creyente. Pero este esposo o esposa Cristiano o Cristiana no podrá abandonar a su pareja, porque la biblia es bien clara al respeto en este tipo de uniones.
Corintios 7:13-15
Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 1 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.
Por eso para evitar estas situaciones, los cristianos que desean casarse deben esperar por el tiempo del señor, es decir pedirle a Jehová, que les envíe a su camino a una mujer creyente respetuosa de sus leyes para evitar este tipo de situaciones. Tal y como hizo Dios con Adán, él le entrego a su mujer y compañera: Eva.