El centro educativo fundado en el histórico edificio que fue Palacio de los Condes de Buenavista y antigua casa de San Felipe Neri, en la malagueña calle Gaona, fue el primero de Málaga, en un momento, el siglo XIX, en el que en toda España había unos sesenta institutos y sólo diez universidades.
El instituto, en aquel entonces únicamente para una minoría de hombres, absorbió las academias que daban clase por la ciudad, como la Academia de Náutica de San Telmo, la Escuela de Comercio y la de Agricultura, algo que recordó el historiador Rafael Maldonado, el comisario de la exposición en la calle Larios de Málaga que celebra el 175 aniversario del nacimiento del instituto. En los paneles colocados a lo largo y ancho de la señera calle malagueña, en el centro histórico de la capital de la costa del sol, se pueden ver parte de los materiales que se usaban para aquellas enseñanzas, desde la famosa corbeta que identifica la Escuela de San Telmo hasta las herramientas del laboratorio de Química o los cientos de animales disecados, fósiles y minerales del curioso museo de Historia Natural que siguen estando en el actual edificio del instituto Nª Sra de la Victoria, denominado popularmente por su ubicación: "Martiricos" (al igual que al actual instituto Vicente Espinel se le sigue denominando Gaona).
También antiguos y recientes alumnos, algunos anónimos que representan a los chavales que hoy conforman el alumnado del instituto, y otros más reconocibles, forman parte de la exposición.
Nombres como el del sevillano Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura en 1977; Severo Ochoa, Premio Nobel de Medicina en 1959 (junto a Arthur Komberg) o el simpar Pablo Picasso fueron alumnos ilustres del instituto a lo largo de su fértil Historia...
Uno de los paneles de la exposición conmemorativa recuerda a las primeras mujeres que se pudieron matricular en el Instituto de Málaga en 1878, entre ellas Fanny Medina, que después estudiaría Medicina convirtiéndose en la primera mujer en ejercer profesionalmente en Andalucía... Y una generosísima sorpresa que me hace sentir muy honrado y que achaco a la enorme generosidad del claustro del instituto. También el antiguo alumno del instituto que firma este post de Hive se asoma, como si mirara la pizarra a sus trece, catorce, quince años, a la cvalle maypr de su ciudad... GRACIAS
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