Los chocolates que le prepare
en la cocina me quede,
preparando aquellos chocolates
que a ella le llegue a ofrecer.
Estaba tan concentrado
que en un descuido me queme,
pero eso no impidió
que los terminara yo de hacer.
Ya adornados en una caja
eran seis los que guarde,
pero ella nunca vino
y me hizo entristecer.
Ese día pasaron cosas extrañas
que después de grande pude comprender,
nos mudamos del lugar
y a ella no la volví a ver.
Me convertí en un reconocido medico
y aquella niña casi olvide, pero por casualidad de la vida
con ella me encontré,
ella era una paciente pero no la pude reconocer.
Ella sabía mi nombre
y al verme supo que era
aquel niño
que vio en el patio por primera vez.
Ahora después de grande
nuestras vidas se cruzaron otra vez,
las circunstancias eran otras
y la inocencia se escondía detrás de nuestra madurez.
