Poemas cortos para lavarse las manos.

in #spanish4 years ago (edited)
Una persona muy serena me dijo un día que controlaba el tiempo de cocción de los huevos (al punto en que a ella le gustaba) recitando, desde el momento en que comenzaban a hervir, tres Padrenuestro. A mí me pareció esto muy pintoresco, aún me hace sonreír cuando lo recuerdo, pero luego fui internalizando que un Padrenuestro puede ser una medida de tiempo como cualquier otra. En estos tiempos de pandemia se hace mucho énfasis en asegurar que el lavado de manos, brazos y cara debe tener una duración mínima para hacer efectiva la protección contra el covid-19. Nunca he sido muy amante de los relojes así que me cuesta estar repitiendo en casa el recordatorio de los cuarenta segundos. Estoy consciente de que esta situación puede ser generadora de estrés, así que he comenzado a pensar en mi recordada Paquita y su técnica de los padrenuestros. Yo le he dado un giro a esa técnica y en lugar de padrenuestros recito, mientras lavo mis manos, fragmentos de poesías. Son los recuerdos de mi adolescencia cuando pasaba horas en mi cama, con los ojos cerrados recitando, para aprenderlas de memoria, mis poesías preferidas…


F
Ahora abro el grifo y recito una estrofa. Soy capaz de contagiarme rápidamente de la emoción que producen las palabras y como no le tengo tanto miedo a las emociones puedo recitar un poema de amor u otro de odio, un canto a la naturaleza, la letra de una canción, un poema infantil, aprendido de un libro primario…
He sentido que es bueno e incluso he llegado a sentir la curiosidad de mi familia cuando recito, sola, la estrofa de un poema.
Ante la incertidumbre y las penurias físicas -dicen todos los que quieren decirlo- hay que fortalecer el espíritu. Las mágicas palabras que juntan los poetas puede convertirse en el gin del espíritu. Nada cura como la palabra.

Considerando que no todos atravesamos por los mismos momentos (y que la vida y los procesos individuales e interactivos continúan porque son refractarios a los virus) les voy a dejar, por si les sirve, estrofas de algunos poemas para que cuenten el tiempo de lavarse las manos.

He traído fragmentos de poetas universales, algunos son de amor, otros de desamor para que haya posibilidad de elección (recitar esto en voz alta puede ser revelador al oído que escucha, en casa, en tiempos de confinamiento).

Para quienes el conflicto es interno hice dos selecciones. Vale mucho la pena recitarlos completos, aunque para el lavado de manos se recite solo una estrofa.

Por último he pensado que este tiempo extra que nos brinda la cuarentena puede servir para contaminar a nuestros niños con el gusanillo de la literatura, mientras vigilamos que laven sus manitos el tiempo suficiente.

Aquí están, pues, dos poemas de amor cortos para lavarse las manos:

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!

“Rima XXIII” Gustavo Adolfo Bécquer

¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?

"Contigo" Luis Cernuda

Quien viva el desamor puede recitar estas estrofas de rabia.

Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!
¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!

"Adiós" (fragmento), Alfonsina Storni

Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descansar de mi tristeza.
Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.

"Dime" (fragmento), Jorge Luis Borges

Para quienes sienten la angustia de conflictos internos no resueltos les aconsejo aprender de memoria, profundamente, estas dos poesías:

Me tienes y soy tuya. Tan cerca uno del otro
como la carne de los huesos.
Tan cerca uno del otro
y, a menudo, ¡tan lejos!…
Tú me dices a veces que me encuentras cerrada,
como de piedra dura, como envuelta en secretos,
impasible, remota… Y tú quisieras tuya
la llave del misterio…
Si no la tiene nadie… No hay llave. Ni yo misma,
¡ni yo misma la tengo!

"Me tienes y soy tuya" Ángela Figuera Aymerich

¿Deseas que te amen? No pierdas, pues,
el rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser
y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
tu gracia, tu bellísimo ser,
serán objeto de elogio sin fin
y el amor… un sencillo deber.

"¿Deseas que te amen?" Edgar Allan Poe

Para que se los reciten y los aprendan los pequeños dejo esta selección:

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F

Agua, ¿dónde vas?
Riendo voy por el río
a las orillas del mar.
Mar, ¿adónde vas?
Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.

"Agua, ¿dónde vas?" Federico García Lorca

En mi cara redondita
tengo ojos y nariz,
y también una boquita
para hablar y para reír.
Con mis ojos veo todo,
con la nariz hago achís,
con mi boca como como
palomitas de maíz

"Poesía de mi cara" Gloria Fuertes*

Este era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes.
Un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.
Fragmento de "Margarita". Rubén Darío

Me despido deseándoles salud y paz

@gracielaacevedo

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Excelente idea y gracias por estas estrofa,
que si no para lavarse las manos, resultarán
excelente ejercicio para fortalecer la memoria,
@gracielaacevedo

...y para llenarse de palabras bellas, @mllg. Gracias por pasar. Un abrazo

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