El río Tajo rodea, manso, la ciudad vieja de Toledo. Todavía se pueden encontrar hoy, en sus orillas, algunas tranquilas espesuras de soledad amena, las mismas donde nos contaba Garcilaso que salían a bordar sus tapices las hermosas ninfas del río.
Arte digital realizado a partir de fotografía propia.
Javier G. Alcaraván (@iaberius)