28112020

in #spanish3 years ago

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Mi idea de la felicidad, es algo parecido a la foto. Pasear por esas veredas intentando no ser presa del barro, sin más sonido que el chasquear de mis pies sobre la grava que se hunde en la roja arcilla. El frío, corta las mejillas, y la sensación de estar vivo, predomina. Sólo a diez minutos de la civilización, la vida no tiene edades.

Seguimos confinados, a veces cuando pienso, en todo lo que implica, se me saltan las lágrimas y la rabia me acude a la boca, como queriendo obligar a la lengua a articular algo, pero no sale nada, más allá que un lamento profundo de rabia que hace que las lágrimas entren por las comisuras de los labios en la boca. La casa, está oscura, así que me permito ese llanto que no suele durar, como todo lo salvaje, lo imprevisto, dura una ráfaga.

Finalmente, tengo la pesa rusa, la kettlebell de 16 kilos o quilos de los cojones. Es perfecta, la tengo como un jarrón, como algo ornamental en el salón. Los ejercicios, son sencillos, los puede hacer desde un niño a un anciano, sólo hace falta algo de concentración. Ya los objetivos dependerán de la voluntad y la constancia.

En mi caso, es un salvavidas, con el parón impuesto al los gimnasios, en la peor época, de días menguantes, fríos, lluvias, humedades y trabajo a destajo, necesitaba un respiro un aliviadero que me permitiese sostener el edificio de la construcción de mi cuerpo, para el sostén de mi mente. La pesa, me lo da todo, realmente no entiendo porqué diantres me niego estas cosas tan al alcance de la mano que me llenan de felicidad.

Por concluir, en términos prácticos, me permite dentro de mi profesión que es muy pasiva, muy de estar sentado cavilando, arrancarme, en intervalos de cuarenta y cinco minutos, o de hora, y mover el culo de forma ordenada y coordinada durante al menos cinco minutos, en serio no hace falta más, para subir las pulsaciones, y hacer que la sangre fluya con alegría.

El frío se disipa, la sangre irriga el cerebro, dando un nuevo sentido y paz a todo, he vuelto a cerrar un círculo, a superar una nueva traba en mi camino, hacia el fin, pero al menos, el camino lo haré distinto.