Las primeras veces que hacer algo siempre estas nervioso e inseguro. Desde que inicié mis prácticas en el hospital, había detallado cada maniobra y estudiado cada paso del mecanismo de parto y desprendimiento de la placenta, a la espera de que me tocara hacerlo a mi. Pues ese día llegó en mi última guardia, donde me asignaron una paciente, y me dejaron atender uno de los momentos mas importantes de esa mujer, el nacimiento de su pequeña bebe.
Aquí es cuando compruebas, que en esta carrera no importa cuantas veces te leas el libro, en la práctica nunca es igual. La verdad es que fue una experiencia bastante extraña, es decir, por mas que intentaba recordar cada paso que vi realizar a los doctores durante tanto tiempo, recordar todos los pasos que leí en libros, mi cerebro solo estaba en modo automático, escuchando las indicaciones de la doctora e intentando coordinar mis torpes manos.
Todo iba bien, sin problemas hasta que salio la cabeza del bebe y me dijeron que revisara si tenia circular de cordon, y adivinen que, si la tenia. En ese instante entré en un momento pequeño de pánico, porque no sabia que hacer. Dude unos segundo, y luego seguí las instrucciones de la doctora, quite la circular, y termine de sacar a mi bebe. Al final fue todo un exito, la paciente no se desgarró, la placenta salió completa, y traje al mundo a Tiana, una hermosa gorda de 3.600 kg.
Les juró que sigo en shock, es decir, en verdad me sorprende cada día mas la habilidad de resolver problemas y tomar decisiones en poco tiempo que estoy adquiriendo. Y aunque con el tiempo he llegado a determinar que gineco obstetricia no es de mis rotaciones favoritas, la verdad es que después de atender ese parto, puedo entender porque muchos se enamoran de esta bonita especialidad. Primera niña que traigo al mundo, aunque parezca algo tonto, para mi hoy es todo un avance y un orgullo.
Cosas que no me encantaron de la experiencia, que termine empapada de líquido amniótico, ya que al romper las membranas me bañe. Me colocaron el apodo de niña desastrosa, porque a parte del desastre de líquido amniótico que deje, también hice un pequeño desastre de sangre con la placenta, en fin que yo se que las camareras de puerta me odiaron ese día. Pero lo importante es que todo salio bien, no hubo complicaciones y tanto la madre como la bebe se encuentran en perfecto estado, y de alta médica.
Dicen que la práctica hace al maestro, y bueno, en ese aspecto no se equivocan, quizá para la proxima no deje tanto desastre, todo es cuestión de practicar y tomar mas agilidad con las manos. Estoy ansiosa por mi proxima guardia, luego les contaré que tal me va en esta larga pero fructifera rotación por el área de gineco obstetricia. Nos vemos en la siguiente publicación
Me encantó leer este post. Felicitaciones por este éxito, me emocionó mucho. Ya quisiera llegar a las rotaciones, aún me queda por recorrer. Saludos
Muchas gracias por tu bonito comentario. Estudias medicina que genial!!!!! En que año estas?
Síi. En mi caso es por semestres, voy por el 6to ❣❣