La curiosidad es propia del ser humano, ella nos hace ser innovadores y creativos, ya que por ser curiosos entramos en el mundo del conocimiento, descubriendo contenidos que nos hacen volar como Peter Pan en el Mundo del Nunca Jamás.
La curiosidad es una de las características de la niñez. Inclusive, desde neonato -¿cierto?- El recién nacido con sus ojos aun sin forma definida, observa la cara de su madre, busca la dirección de la voz de su padre, ese sonido que provocaba pataditas en el vientre materno. El primer día de un bebe es estar alerta, estudiando cada movimiento de todo lo que lo rodea. El bebe sólo observa mientras gana meses en su edad cronológica.
Curiosidad que va cambiando como lo hace la piel arrugada de aspecto rosa o púrpura, característica que desarrolla en su gateo, ya no necesitará que un adulto lo lleve en brazos a los sitios que alimentan su interés, solo que tendrá una limitante, aparte del equilibrio que debe aprender a mantener sobre sus rodillas y manitas ¿Cuál? Las alturas, así que su curiosidad tendrá el mismo tamaño de su talla en cuatro patitas.
¡Oh NO! A subir todo, ya tiene medio de transporte. Llegó la andadera a la vida de esa personita curiosa con velocidad corta, ahora puede tomar la suficiente propulsión como para intentar atropellar a la mascota.
¡Pero no todo está a favor de la personita curiosa! La andadera no le permite llegar a todos los rincones que desea descubrir, lo detiene como si manejara un camión de bomberos.
¿Y qué viene después? El crecimiento de la curiosidad, esta vez caminando, al principio será como el acróbata que camina en una cuerda floja, logrando estabilidad con sus brazos, como el más audaz artista circense usando la vara de contrapeso. Aunque, a veces necesita apoyarse de las paredes, sillas y las piernas de mamá, pero pronto logrará el equilibrio sin sujetarse a nada.
¡Desde ahí no habrá quien lo pare! A su mamá tampoco, porque en solo segundos se convertirá en Gasparín, el fantasmita que desaparecerá guiado por su curiosidad. Su mamá lo encontrará gracias al silencio que suena como Toque de Diana a las 5 am.
¿Qué estará haciendo? -Mamá solo te confirmo, que tu hijo ya es independiente-, no solo comerá lo que le apetece sino también se movilizará donde su curiosidad lo lleve. Y donde más le prohíbas estar, será su lugar preferido para visitar, reacción que hasta de adultos la manifestamos ¿O no?
¡Y que les cuento, cuando esa curiosidad es educada!
Llega a la casa como si hubiese tomado café ¿Es normal? Pues Sí, ya que los juegos didácticos guiados por la "MAE" como especialista, los estimula a descubrir.
No se alarmen al escuchar nuevas palabras en su habitual conversa, todo es resultado al relacionarse con niños de su edad, es como si compartieran tácticas de comportamiento.
Deja volar la ingenua curiosidad de la niñez, solo asegúrate como adulto de que la pequeña personita, tenga un entorno seguro en el que desarrolle sus habilidades sin riesgo alguno, enseñándole que debe seguir pautas ¡Todo objeto que mira, no es juguete!
La vida es una autopista de enseñanzas, donde se transita dependiendo de las calles, a veces se necesita apoyo y otras situaciones no lo ameritan, generalmente ese apoyo proviene de manos cercanas que arman pilares evitando que se caiga, pero no siempre esas manos son visibles lo que significa que ese apoyo está manifestado de otra manera y guía hasta que se demuestra que se está preparado para continuar solo.