Trilogía: Bajo las sombras de una guerra - Parte I

in #spanish6 years ago

La familia Siuto, era una de esas tantas familias de numerosas personas que residían en Mazara del Baldo en Italia, entre ellas se destaca la historia de un pequeño joven llamado Alberto Santos Siuto, hoy en día es mi abuelo sentimental, quien además me ha otorgado la potestad y el honor de redactar su historia narrada por él mismo bajo una previa entrevista que tuvimos (la cual será publicada como anexo de la ultima parte de esta trilogía). Espero poder plasmar todo el sentir y cada una de las vivencias y experiencias que tuvo que pasar esta persona querida durante este momento atroz de su niñez, para llegar a ser hoy en día lo que es, un testigo sobreviviente de la segunda guerra mundial y un abuelo italiano con residencia permanente en mi corazón, en mi familia y en Venezuela.

En honor a la familia Siuto



Trilogía 



Basado en hechos reales


Bajo las sombras de una guerra - Parte I



Mazara del Baldo-Italia, 23 de Junio de 1943, ese fue el día en que nací bajo el nombre de Alberto Santos Siuto, para ese entonces era el tercer hijo de 4 miembros, 2 hermanas mayores y un hermano menor. Nuestra vida en Italia era simple y humilde. A pesar de ello siempre contábamos con lo necesario y éramos unidos. Crecí al lado de mi madre quien era ama de casa, junto a mi padre que trabajaba en construcciones y al lado de mis hermanos y hermanas quienes nos cuidábamos unos a los otros. Nunca tuvimos problemas más allá de un disgusto fraternal como las aún existentes entre cualquier familia. Tuve tanto buenos como malos momentos con ellos, pero siempre de una tempestad, se venía la calma, de allí radicaba la bendición de estar unidos; esa fue la razón vital de nuestra supervivencia en tal crudo y duro momento como lo fue presenciar parte de la segunda guerra mundial siendo aún tan joven.

Fue un día de esos que mi memoria aun no recuerda fecha exacta; estaba de regreso a casa luego de una mañana de estudios, cuando de pronto fije mi mirada al cielo al escuchar el ruido proveniente de una flota numerosa de avionetas, me asombre un poco, pero mi inocencia e ignorancia a la verdad no me permitió alertar sobre lo que significaba ver esas aeronaves sobre mí y la ciudad donde vivía. No pasó mucho tiempo cuando a dos calles de donde me encontraba cayo algo del cielo y detonó al instante destruyendo todo a su paso en un radio de 100 metros aproximadamente; no podía creerlo ni entender porque estaba viendo esto, era una escena de fuego, sangre, gritos, desesperos y tristeza; tenía mucho miedo de lo que me pasara, estaba solo y mi casa estaba a unos cuantos kilómetros más adelante. 

No sabía que hacer más solo correr al sentido contrario, pues, más detonaciones se escuchaban por todas partes, mi desesperación se hacía cada vez mayor al no tener visibilidad por el polvo a mi alrededor y el mirar desesperado de las personas correr; muchos niños gritaban al llamado de sus padres, y unos otros pedían ayuda bajo los escombros. Me sentí indefenso e inútil por no poder hacer nada, solo correr. Las detonaciones hacían un sonido estruendoso, llego un momento en que no podía entender lo que decían las personas a mi alrededor que corrían, solo podía escuchar un silbido constante que me hacía doler los tímpanos. 

Corrí desmedidamente en direcciones vagas donde poder alejarme de tales escenas de atrocidad. Fue en un momento de esos que subí mi vista a una de las edificaciones que reconocía a la lejanía, era el edificio en construcción donde papá trabajaba, sentía mucho alivio al ver que estaba intacto, pero tan pronto que cruzaba la calle pude percatar que las avionetas venían en esa dirección, en ese momento pensé que mi padre corría peligro, así que corrí con más fuerza hacia donde seguramente estaba él, tropecé varias veces en el camino, ambas rodillas estaban ensangrentadas por las caídas, mis manos sucias y raspadas, pero mi conciencia por efectos del shock, no me era razón de ralentizar mis pasos. 

No dejaba de llorar, mi cara estaba empapada y llena de charco por mezclarse con el polvo; de pronto una de las bombas cayó en una edificación cercana de donde estaba, sentí como si me empujaran con gran fuerza cosa que me hizo caer bruscamente al suelo, el polvo se hizo más denso, se me dificulto el respirar, intente pedir ayuda pero las palabras no me salían, estaba perdiendo el control de mi cuerpo, nadie se detenía a ayudarme, tenía miedo de morir y no ver más nunca a mi familia, quería vivir y no terminar muerto allí, pero mis brazos y mi voz ya no daban más así que  simplemente me desvanecí.


Continuará...


La redacción de este artículo es completamente de mi autoría, muchas gracias por tomar de su tiempo en leer parte de mi trabajo, me despido no antes sin enviarles un abrazo fraternal a todos y un saludo a todos mis lectores de parte de @RoadStories 



Agradecimientos especial al equipo de @cervantes que cada día apoya a la comunidad de habla hispana de Steemit, valioso el trabajo que desempeñan sus moderadoras, el equipo de curación, revista y administradores del chat discord, es una gran familia lo que pueden encontrar allí, los quiero mucho en especial a mi querida @nelyp y a mis guapas moderadoras.


Infinito agradecimiento al equipo de curación @velazquez por su valioso e incondicional apoyo hacia mí.



Un saludo para todos los integrantes de la nueva comunidad @mosqueteros espero que dicho proyecto siga dando buenos frutos "Todos para uno, y uno para todos".



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Buen trabajo!!!

Muchisimas gracias mi estimado, saludos para ti hermano.

No puedo esperar a leer la otra parte xD... Me encanto!!!

En serio? Muchisimas gracias, bueno te cuento que ya salio eh!
Saludos

¡Uno para todos y todos para uno querido @roadstories
Hasta pronto!

Jajaja gracias bella, ya veo que debo cambiar mis agradecimientos, oups!
Saludos mi bella @avellana