La forma armoniosa, dedicada, organizada en la que basamos los hechos y las actividades de nuestra vida, corresponde a ese ritmo que cada uno define para existir.
Por momentos como elección personal decidimos ir lentamente, otras veces apuramos el paso, pero cada persona posee un ritmo definido, así la música la pone a disposición el cosmos que Dios; lo bueno y lo importante es que cada uno de nosotros puede bailar de la manera que le provoque.
En esa decisión de nuestro ritmo de vida, no necesitamos seguir a otros, tampoco necesitamos simular pasos que nos muestren lo que es correcto o no, por eso es bueno soltarnos e ir a nuestro ritmo, con la sincronía de nuestro corazón.
Algo curioso al expresarnos, por ejemplo cuando hablamos no sólo gesticulamos con nuestro rostro, también movemos nuestras manos para darle apertura o acentuar aquello que queremos expresar y hacer llegar a otros, esto está bien, bailamos con las palabras, también frecuentemente nos provoca expresar sentimientos abrazando, aunque este tiempo no es el indicado, hablamos de la sincronía normal del ser humano, esa que la hace sublime al querer compartir cada paso.
Por supuesto que la vida no siempre nos toca la música que deseamos, a veces desentona y hay ritmos que no entendemos, pero desde que estamos en el vientre materno seguimos pulsaciones, como un tambor, seguimos los latidos del corazón de mamá, esos que nos conectaron con nuestra esencia.
En ocasiones también el viento nos habla, nos muestra un ritmo quizás diferente, un susurro marcado o con mucha fuerza, eso depende de lo que queremos escuchar, lo bueno es que no podemos controlarlo todo, que a veces somos visuales, a veces somos auditivos, pero siempre queremos interactuar, dar un paso, seguir adelante, girar, detenernos, avanzar; todos esos cambios, ese ritmo que nos pertenecen tiene un significado y una concepción en el ser humano, esta es lo que somos e igual en lo que nos convertimos a medida que el tiempo pasa, a medida que vamos definiendo un patrón.
Cuándo decidimos bailar nuestro propio ritmo el mundo calla, aquellos que quieren bailar a nuestro lado son nos acompañan con una sonrisa en el rostro, disfrutando de la libertad de amarnos y de querernos tal como somos, sin cambiarnos, aceptando tal cual nos miramos al espejo en una mañana feliz o en un día de lluvia gris.❤
Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
