Irse también puede servir

Llegan a veces instantes en los que se agradece el adiós, la verdad es que la gente no se va sola, muchas veces se va con ella misma al reencuentro de su ser, se va porque se cansa de algunas cosas que no van bien.

Ni siquiera hacen faltan despedidas de algunos lugares, en esos momentos la partida trae cambios positivos, evolución, crecimiento interior, es allí es cuando algunos entienden que ya se intentó todo, nos damos cuenta de que nada más se podía hacer, y que existe otra oportunidad es para no perderla jamás.

A veces irse es tomar un tren al éxito, es encontrarse a uno mismo, encontrar esa luz interior que te hace especial, oraciones que crean escritos con sentido de verdad. Es comenzar a escribir el blog de tu vida y descubrir que puedes ayudar.

En otro espacio de vida es llegar a otro sitio, volver a comenzar, a tomar un nuevo impulso, incluso ser más grande que aquellos que creyeron que te podías derrumbar, pero aún así sonreírles para desearles paz, para enseñar las lecciones de ser personas de verdad.

No debemos olvidar que en cosas del corazón o del amor, irse también puede servir, a veces no se reconoce el querer verdadero en presencia del mismo, las despedidas llegan para sentirlo, emergen las lágrimas simulando el rocío, y hasta las flores renacen después del olvido.

Puede que sea triste cuando el que ama se da cuenta tarde, pero si es verdadero amor todo lo podrá superar cuando las horas sanen; no así en las despedidas necesarias de la toxicidad de algunos climas, que tristemente a pesar de tener limitado verbo, creen que sólo en los cuentos existen utopías.

La verdad es que todo lo nuevo nace de algo que se va despidiendo, cuando quedan espacios para ser sin calvarios de lamentos ni penitencias por creer en la libertad, en la fuerza y en la pasión de quienes hacen las cosas bien.

_{Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.}