Sentirse acompañado siempre es un regalo, pero es cierto que algunas personas suman en nuestra vida y otras personas restan. No esperamos siempre recibir, porque debemos dar sin medir, sin embargo, hay momentos de amar y ser amado, simplemente así.
Por eso, es importante aportar positivamente a la vida de los demás, y sentir agradecimiento por las compañías de la vida, tratando de poner distancia con las personas que nos debilitan, porque a veces condicionan nuestra vida. Nuestro norte debe ser apostar por ser una mejor persona, siempre en bendecir lo que tenemos y quiénes nos acompañan en cada travesía.
No se debe olvidar que aunque el tiempo no espera y el mundo va a prisa, no podemos lastimarnos por los que no quieren estar a nuestro lado, y si hacer lo necesario por mantener a los que amamos cerca; con paciencia compartida, con calma, así como con mucha fortaleza de corazón para entender las diferencias.
Lo ideal es que la noche nos sorprenda y nos encuentre contando lo dado con amor y lo recibido con fe, dando la bienvenida a los hechos positivos, presentes de nuestro día, recordando palabras hermosas y con la compañía ideal para expresar el amor humano.
En cada final de un día, debemos repetir como un mantra que damos gracias a la vida, la compañía y la esperanza que hace bonito ser, porque todavía falta por andar, por construir, por ver. En cuanto esté momento de pausa vale la pena recordar que queremos vivir, y tener la vida para dar gracias por las compañías que nos hacen felices de cuidar.
"Si nos encontramos a alguien que nos debe agradecimiento, enseguida lo recordarnos. ¡Cuántas veces nos encontramos con alguien al que debemos agradecimiento y no pensamos en ello!"
Goethe.
Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
