Nuestros defectos son tan únicos como nuestra identidad, pero pocas veces vemos lo positivo de ellos, simplemente pensamos que estamos rotos y nos dejamos llevar por el dolor. Sin embargo, todo tiene sentido desde la aceptación y los nuevos intentos.
Muchas personas cuando descubren que no estamos completos se alejan, nos critican o no entienden nuestro punto de vista, esto es normal, no todo el mundo coincidirá con la armonía que necesitamos, ni estará dispuesto a disfrutar armando las cosas posibles con nosotros.
La verdad es que hay un inmenso cielo con colores diversos que hacen gala de la belleza de nuestros sentimientos, incluido nuestro dolor, porque también estos sentimientos nos hacen irrepetibles, nunca estamos perdidos aunque tengamos pensamientos rotos.
Expresar el dolor no nos hace más débil que otros, nos permite demostrar que aprendemos paso a paso a ser más fuertes, aunque nos topemos con pensamientos rotos a vencer a cada instante. La naturaleza del ser nos hace expresarnos y esto está bien, porque necesitamos describir lo que sentimos.
Es nuestro dolor y esos pensamientos rotos que nos hacen verdaderamente humanos, ante nuestra debilidad debemos reconfortar la fe. Esto demuestra la sensibilidad del alma, e incluso a veces nos sitúa correctamente en lo posible y lo no posible.
Es sumamente fácil sentirnos contrariados con tanta verdad, con la crueldad en las calles, las noticias que llenan de incertidumbre nuestro devenir, e incluso podemos sentir dolor ante lo inesperado de una guerra, la muerte de nuestros seres queridos o el simple hecho de no sentirnos amados, como sea, lo importante es expresar lo que sentimos.
Sentir dolor es bueno, es el camino para hacernos fuertes, la belleza no siempre está en lo perfecto, así que allí estamos entre lágrimas pero aprendiendo. De eso se trata la fortaleza del alma que nos da las instrucciones necesarias para reconstruirnos.
¿Qué podemos hacer si otras personas no entienden que estemos rotos?
Para aquellos que no nos comprenden tenemos el don de la paciencia, para aquellos que nos ven rotos tenemos el poder de sorprenderlos una vez reconstruidos; para nosotros mismos siempre tendremos una nueva oportunidad.
De esta forma, cada momento que sentimos que es el momento de dejarlo todo puede ser el impulso para la meta siguiente, hasta un desamor puede enseñarnos del verdadero amor, y eso aunque nos cause estar a pedazos nos puede hacer mejores personas al pasar el tiempo.
Solo aquel que sufrió alguna vez aprecia la verdadera felicidad, sólo aquel que se arriesgó a amar recibió de vuelta ese sentimiento, y así va la vida, nos deja a veces pensamientos que debemos juntar a pedazos, pero también mos da la oportunidad de sanar.
No importa cuántos pensamientos rotos tengamos que juntar en la vida, la experiencia del dolor nos suma vida y humanidad. Así que siempre podemos ser una mejor versión de nosotros mismos, aun después de sufrir.
Estar rotos nos da la oportunidad de transformarnos y quizá podríamos llegar a ser la mayor alegría de alguien más y de nosotros mismos, mucho más de lo que hayamos imaginado, así que en definitiva el dolor debemos vivirlo aunque a veces nos deje a pedazos.
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Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
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