Es posible que para muchos sea una sensación semejante, extrañar momentáneamente un domingo cualquiera, ese donde asistíamos a misa en las mañanas, recorríamos el camino a casa, planificábamos salir al parque o ir a un centro comercial a hacer compras, una actividad que nos servía para olvidarnos de lo cotidiano .
Por circunstancias de la vida, del hombre, de las situaciones adversas, el mundo sobrepasa el entendimiento del Cosmos, entonces, actualmente extrañamos lo cotidiano.
Algunos en este momento, estamos atravesando en familia un camino a vencer los temores, estamos sanando en familia, es una carrera interna para ganar a la pandemia, rogamos a los cielos salir victoriosos, estamos seguros que el cuerpo humano es inteligente, estamos seguros que mientras exista fe y esperanza, entonces lograremos superar las dificultades.
Normalmente, éste podría ser un domingo cualquiera el último de marzo de este año, pero es un sentir diferente, trae en él algunas sorpresas, incluso milagros, justamente hoy que la fe cristiana conmemora el domingo de “Ramos”, no es desligado el pensamiento de que Dios nos sigue cuidando.
Prefiero hablar de una circunstancia pasajera, prefiero decir en mi tono callado que espero pacientemente el milagro de superar los tiempos difíciles, hacer bien el trabajo que habernos cuidado.
No pienso que sea un tema desgastado hablar de sentimientos, porque la humanidad necesita saber lo que sentimos en este momento, expresarnos es necesario, dejar constancia de todo lo que hemos vivido, que quede para el futuro un escenario en donde salimos triunfales, de donde salimos renovados.
Quizás hoy, un domingo cualquiera finalizando marzo, una dimensión paralela nos escucha, nos observa, y mañana podremos despertarme en un mundo donde no batallamos contra la maldad del ser humano.
Estuve leyendo en las redes una noticia de personas reconocidas donde violentamente criticaban a alguien que buscaba ayuda desesperada, hasta el colmo de una burla desmesurada.
¿Cuánta humanidad hace falta?
¿Cuántas lecciones estamos aprendiendo?
¡Despertemos!, porque juntos estamos atravesando lo que debemos pagar, por los que hemos pecado y los que no.
Es necesario reencontrarnos, pedir al salvador, pero esta vez somos nosotros mismos los que tenemos en nuestras manos las palabras del creador del Cosmos, esas que nos heredó cuando nos invitó a amarnos entre hermanos.
Seamos como las flores, hagamos una primavera, una donde no existan sentimientos que contrasten con lo humano.❤
Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
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