Cuando somos adolescentes, y hasta algún tiempo después, nos cuesta mantener nuestra identidad al enamorarnos, pareciera que se diera una transferencia de gustos o preferencias y entonces de repente nos encontramos haciendo lo que el otro hace. Si por ejemplo le gusta la música clásica, comenzamos a escucharla con más frecuencia y terminamos diciendo que también nos gusta, aunque ante ni siquiera supiéramos que existía. Creo que el deseo de agradar es tanto, que vamos perdiendo parte de nosotros en el camino.
Y no es que sea algo intencional, es en parte inmadurez, el no tener bien definida nuestra parte en una relación, incluso en las que llevan mucho tiempo, corremos el riesgo de terminar ser alguien totalmente distintos a quienes éramos y cuando nuestra pareja nos deja, nos preguntamos ¿por qué? Creo que la respuesta más simple es que ya no somos la sombra de la persona de quien él o ella se enamoraron.
Muchas personas, sobre todo las mujeres, creen que aceptando y complaciendo al otro en todo lo que hace o pide, pueden evitar ser abandonadas, cuando ocurre todo lo contrario: cuando alguien pierde ante sí mismo su valor, no puede ser valorado, ni amado. El amor comienza por quererse a sí mismo y luego podemos compartir ese sentimiento con los demás.
Cuando dejas de ser tú para agradar a otro, estás en medio de una actuación que no podrás sostener por mucho tiempo sin que te ahogue o sin que te descubran. Lo más elemental en una relación es la honestidad, cada uno debe poder ver a menos lo esencial del otro, de los contario está siendo timado, lo que a la larga es sólo una pérdida de tiempo y una ganancia de heridas y amarguras. Renunciar a lo que gusta o a tus sueños, nunca debe ser una opción.
Una cosa es comportarte decentemente delante de tu amado (a), otra muy distinta es fingir ser quien no eres. Claro esto es algo que por mucho que se diga, se tira de un lado cuando hay enamoramiento e irracionalidad de por medio. Somos capaces de abandonar lo que al inicio queríamos, sólo por estar al lado de esa persona. Una vez leí una frase que dice que el amor requiere de dos, pero sin dejar de ser uno, y creo que es acertada; por más que queramos, no podemos fundirnos literalmente en el otro.
Creo que por eso es bueno tomarnos nuestro tiempo, antes de una decisión tan importante como el matrimonio. La madurez emocional debe ser un elemento presente en ese entonces, aunque ciertamente no tiene que ver con la edad. No es que sea algo que garantice el éxito en una relación, es simplemente que se disminuye la posibilidad de fracaso. Al menos eso creo.
Quizás suene a romanticismo, pero pienso que cuando el amor es verdadero, no sientes la necesidad de ser quien no eres, te sientes cómoda ante la otra persona y ambos aceptan sus diferencias sin que sea un problema, el miedo desaparece y tu corazón sabe que has encontrado a ese alguien con el que puedes compartir tus sueños y tu vida, sólo hay que saber escucharlo y no querer imponer nuestra voluntad.
Sueña todo lo que quieras, haz todo lo que te atrevas, llega tan lejos como puedas
Me siento feliz y agradecida de tener este espacio en el que compartir Mis reflexiones antes de dormir.
Gracias a todos los que lo hacen posible y a ustedes que dedican tiempo a leerme.
La fotografía mostrada es de mi propiedad y usé la aplicación PhotoCollage para decorarla.
Emojis hechos con Bitmoji.
El separador usado lo elaboré en PowerPoint.
la conexión más linda se da cuando conocés a alguien con quién podes ser completamente vos sin que te juzgue <3