Calmemos la ansiedad [Reflexión] / Let's calm our anxiety [Reflection]

in #spanish4 years ago

Ilustración/Illustration

El cuerpo de la ansiedad va tomando forma a medida que nos precipitamos a una vida descarrilada y llena de preocupaciones que nos agobian. Adquirimos una sensación paranoica en que nuestros pensamientos se convierten en sombras que nos susurran ideas poco transparentes hacia “un mundo desconocido”. Pronto, dejamos que la cotidianidad se vuelva pesada y nos quejamos hasta de las actividades más simples.

Caemos en un remolino de desazón; incluso, la relación con nuestros seres cercanos se quiebra poco a poco. No nos damos cuenta ni en qué nos transformamos. Dejamos pasar desapercibidas tantas cosas e ignoramos deliberadamente aquello que nos colocaba en un grado de conformidad.

Olvidamos respirar profundo y el entretenimiento afable que nos permitía un estado de tranquilidad en nuestro entorno. Quizás para muchas personas pueda ocurrir, que la convivencia sea una situación de hastío; no todas las personas están preparadas para un entorno en el que el ser humano necesita desahogarse con otros individuos. Todos tenemos una necesidad particular, que nos llena más que las otras, no la exponemos a otros y tampoco la compartimos.

Dicha necesidad aplicada disminuye lentamente nuestros niveles de ansiedad, destruyendo los demonios que molestan, cambian nuestra actitud y forma de pensar. No reflexionamos en el hecho de que, somos muy simples, y que las cosas ínfimas elevan nuestro estado de ánimo, porque son muy valoradas inconscientemente por nosotros. Nuestro sentido de complacencia es igual a la de un animal enjaulado, dócil y entretenido con cualquier menudencia. Una característica que por fortuna, no hemos perdido con el pasar de los siglos.

Podemos acudir a una tutela personalizada a través de libros y conferencias en línea, sobre reflexiones diversas de ¿cómo prevenir la ansiedad? Sabemos que estos tiempos, (sobre todo en esta situación en particular que estamos viviendo) es necesario buscar distintas formas para evitar ser víctimas de la zozobra; tratando de expandir nuestra mente hacia una sanidad espiritual.

Hay que recordar que nuestra mente es el piloto de nuestro cuerpo, cuando éste comienza a perturbarse o a no encontrar una dirección fija, nos alejamos del sentido común y la paz. Es como estar fuera de la realidad y quedar a merced de las alucinaciones, que como sabemos, si discernimos de lo real, caemos en una aciaga desesperación.

Mantengamos el rumbo enfocando nuestra mente hacia la meta fija, los niveles de ansiedad pueden elevarse a escalas espeluznantes pero si conservamos nuestra concepción de nuestra normativa, satisfacción y la planificación de nuestro cambio rutinario, podremos contrarrestar cualquier situación fastidiosa. Compartir es una buena opción, ya que las relaciones con otras personas ayudan a dispersar los pensamientos maliciosos. Debemos mantener las extensiones de nuestro cuerpo unidas y con nosotros mismos; es indispensable mantener una tranquilidad sólida para hacerle frente a los momentos más crudos.

The body of anxiety takes shape as we rush into a life of derailment and worry that overwhelms us. We acquire a paranoid feeling in which our thoughts become shadows that whisper to us not very transparent ideas towards "an unknown world". Soon, we let everyday life become tiresome and complain about even the simplest activities.

We fall into a whirlpool of discontent; even our relationship with those close to us gradually breaks down. We do not even realize what we are becoming. We let so many things go unnoticed and deliberately ignore what places us in a degree of conformity.

We forget to take a deep breath and forget the friendly entertainment that allowed us a state of tranquility in our environment. Perhaps for many people it can happen that living together is a situation of boredom; not all people are prepared for an environment in which the human being needs to vent to other individuals. We all have a particular need, which fills us more than others, we do not expose it to others and we do not share it either.

This applied need slowly decreases our anxiety levels, destroying the demons that annoy us, changing our attitude and way of thinking. We don't reflect on the fact that we are very simple and that the smallest things elevate our state of mind, because they are very unconsciously valued by us. Our sense of complacency is the same as that of a caged animal, docile and entertaining with any trifle. A characteristic that fortunately we have not lost over the centuries.

We can go to a personalized tutoring through books and online conferences, on various reflections on how to prevent anxiety. We know that in these times, (especially in this particular situation we are living) it is necessary to look for different ways to avoid being victims of anxiety; trying to expand our mind towards a spiritual healing.

We must remember that our mind is the pilot of our body, when it begins to be disturbed or not find a fixed direction, we move away from common sense and peace. It is like being outside of reality and at the mercy of hallucinations, which as we know, if we discern from reality, we fall into a fateful despair.

Let's keep the course by focusing our mind on the fixed goal, anxiety levels can rise to hair-raising scales but if we keep our conception of our norms, satisfaction and the planning of our routine change, we can counteract any annoying situation. Sharing is a good option, as relationships with others help disperse malicious thoughts. We must keep the extensions of our body together and with ourselves; it is indispensable to maintain a solid tranquility to face the most difficult moments.

Ilustración/Illustration