Desde mediados de mes notamos que Bigotes, nuestro gato y mascota, le estaba llorando un ojo. Se lo atribuimos al frío que está haciendo en esta época. Sin embargo, los días pasaban y cada dia le lloraba más y aunado a esto, movía mucho la cabeza, pero eran síntomas que iban y venían, habían días que estaba perfecto y otros días recaía.
Investigamos un poco y esto se podía deber a varios factores: mucho polvo en el ambiente, alergia a alguna sustancia para limpiar la casa o alergia a las piedritas higiénicas. Y esta última opción era la más probable. Este mes le compré piedritas de otra marca de calidad inferior ya que las que habitualmente le compro no había stock y por no dejar de llevarle, compré unas de una marca desconocida.
Y bueno, el día de hoy amaneció mal. No durmió con nosotros en la cama y a las 9 de la mañana estaba escondido y ni porque le pusimos atún salía a comer. Esto es un signo de alarma ya que solamente de moverse el plato él sale corriendo a la cocina. Inmediatamente le buscamos un turno con el médico veterinario y lo pudimos llevar antes del mediodía. El diagnóstico: una alergia producida por el polvillo de las piedras sanitarias. Le pusieron tratamiento y hasta ahora, está de mejor ánimo. Ya come y juega un poco. Esperemos se recupere rápido.
