Perdiendo el miedo al agua.

Seguimos con los días de mucho calor, fácilmente llegamos a los 40º así que no queda otra opción que encerrarse con el aire acondicionado o tirarse a la piscina.

Como los niños siguen de vacaciones lo mejor es hacer lo segundo.

Domingo pasado estuvimos en la casa de una amiga que tiene piscina y me alegré mucho al ver que mi hija pequeña al fin ha perdido el miedo al agua, por alguna razón tenía mucho miedo de mojarse la cabeza y que le entre agua en los oídos, entonces siempre se quedaba sentada en las escaleras.

Yo aprendí a nadar sola, teníamos una piscina enorme con más de 2 metros de profundidad en una parte, la verdad que era bastante loca, me subía al muro y saltaba a la piscina, hacía mil cosas que a veces eran peligrosas, pero así aprendí sobre mis límites y a respetar el agua.

Aprender a nadar debe ser algo obligatorio para todos, me asusta cuando escucho a adultos que no saben nadar.

Con mi hija lo único que hice fue incentivarla y observarla, NUNCA NUNCA se dejan los niños pequeños solos en el agua. De a poco se fue soltando, pasó por varios sustos pero así fue aprendiendo sobre sus límites, finalmente confió en que los flotadores no la dejarían hundirse del todo y que no pasa nada si uno se moja la cabeza o si entra agua en los oídos.

Si tuviéramos la oportunidad de estar más en piscinas sin duda muy pronto aprendería a nadar sola, así como lo hizo mi hija mayor, aprender a nadar es como caminar, es algo natural.

OBS. no pude subir fotos, me daba error a cada intento.