Esta semana los amigos de @ecotrain non invitan a revisarnos para poner atención a nuestros hábitos y adicciones. Les comento…
La primera vez que tomé conciencia del poder de una adicción fue entre los once y doce años. Por aquel entonces me tocó mudarme de la casa materna hacia la casa de la abuela en otra ciudad. En ese tiempo estaba comenzando el primer año de bachillerato.
En la casa materna teníamos la costumbre de tomar una taza de café negro al iniciar el día. Mi madre se levantaba muy temprano, antes que todos nosotros, y cuando cada uno de mis hermanos y yo nos íbamos despertando, lo primero que hacía ella, luego de lavarnos los dientes y la cara, era extendernos una gran taza de café negro, muy fuerte y humeante.
Pero en la casa de mi tía no tenían esa costumbre. Ellos tomaban el café más o menos a media mañana. De manera que yo me iba para el liceo sin tomar el café de las primeras horas del día.
Al poco tiempo de comenzar las clases comencé a sentir fuertes dolores de cabeza y náuseas. No sabía que lo que estaba sintiendo era parte del síndrome de abstinencia. Yo me había vuelto adicto a la cafeína y al no tenerla me producía ese malestar.
Luego de un tiempo el malestar fue cediendo hasta que desapareció por completo. Y en algún momento alguien me explicó que lo que había sentido era por mi adicción al café.
Esa experiencia me hizo tomar conciencia del peligro que significaban las adicciones en mi vida y decidí a mis doce años que no me haría adicto de nada que me hiciera daño.
En ese propósito he sido bastante exitoso. Alguna vez fumé algunos cigarrillos y lo pude dejar cuando empecé a darme cuenta que el cigarro estaba tomando el control. También he podido controlar el consumo de alcohol y algo que no me había imaginado que estaba dentro de mí. El deseo compulsivo de hacer apuestas.
Hubo un tiempo en que sentía la necesidad de experimentar la emoción de las apuestas. Y me dio por apostar en los partidos de beisbol y las carreras de caballo. Iba al estadio y al hipódromo y siempre buscaba de estar cerca de los apostadores. Por fortuna no llegué muy lejos con esa adicción y pude pararla a tiempo.
Más recientemente he usado una especie de infusión de marihuana con leche para aliviar dolores crónicos de espalda. A mí me da muy buenos resultados y también he procurado usarla solo en los casos en que los dolores son fuertes. Cada vez que paro no ocurre nada anormal, no siento el menor indicio de abstinencia.
Ahora, en este momento, puedo reconocer por lo menos dos adicciones. Una es a estar informado. Varias veces al día reviso algunos portales para informarme de acontecimientos que son de mi interés. Si no puedo hacerlo realmente me siento mal, como si estuviese lanzado fuera del mundo. Esa sensación de aislamiento me produce muy mal humor. Sufro cuando el internet de mi zona, que realmente es muy malo, no me permite comunicarme con el mundo exterior.
También pudiera decir que tengo cierta adicción con la actividad física. Me hace falta. Todos los días procuro caminar al menos unos cuatro kilómetros, trato de montar un poco de bicicleta y si es posible nadar en la piscina. Cuando llega la temporada de lluvias a veces pasan hasta dos días en que no puedo salir de casa. En esos momentos me doy cuenta de lo necesario que es el ejercicio para mí porque me comienzo a sentir sobrecargado y mal humorado. Si no salgo al exterior a hacer alguna actividad, aunque sean caminatas cortas, me siento mal.
Sobre los hábitos es igual, tengo algunos buenos y otros no tantos.
Entre los buenos estaría el levantarme cada veinte o treinta minutos mientras estoy escribiendo en la computadora. Siempre he tenido una actividad intelectual que me exige pasar mucho tiempo sentado. Con el paso de los años esa postura va produciendo daños en el organismo. Nuestro cuerpo no está diseñado para pasar mucho tiempo sentado. Ahorita llevo un control de tiempo y cada veinte o treinta minutos, me levanto, hago algunos estiramientos, doy vueltas por la casa para mover las piernas y los brazos y vuelvo otra vez a escribir o leer en la pantalla. Cuando me descuido con esa rutina empiezo a sentir mucho malestar en la zona cervical.
Otro hábito saludable es meditar varias veces al día durante algunos minutos. Esa actividad me permite mantenerme bastante relajado y descansado. Paso a paso me he ido dando cuenta del gran poder de la meditación para mantenerme relajado. También suelo tomarme unos minutos de reposo luego de cada comida. Si no tengo tiempo para reposar prefiero posponer la comida hasta que pueda tenerlo.
Un hábito dañino es traer primero a mi mente pensamientos negativos. Es algo que tengo muy consciente y con lo que lucho todo el tiempo. Por algún motivo me acostumbré a ver de primeras el lado negativo de la situación. Eso por supuesto que no tiene buenas consecuencias porque limita tomar muchas decisiones. He logrado algunos avances y cuando me veo en esa situación hago una pausa y me pregunto. ¿De verdad es solo así..? ¿Es todo lo que hay…no se puede mirar las cosas de otro modo…?
He tratado de estar muy pendiente de no anticipar resultados negativos, ni sacar conclusiones que puedan hacerme sentir mal. A veces lo logro y otras no. Pero lo importante es que estoy muy consciente de que eso está allí y debo frenarlo o dejarlo pasar antes de que haga daño.
Como siempre he disfrutado mucho haciendo esta exploración interior. Ese es uno de los grandes méritos de estas preguntas que nos dejan los amigos de @econtrain, que nos dan motivos para reflexionar. Vaya a ellos mi agradecimiento por proporcionarnos estas iniciativas tan maravillosas.
Gracias por tu tiempo.
This week the folks at @ecotrain non invite to check ourselves to pay attention to our habits and addictions. Let me tell you...
The first time I became aware of the power of an addiction was between the ages of eleven and twelve. At that time I had to move from my mother's house to my grandmother's house in another city. At that time I was starting my first year of high school.
In my mother's house we had the custom of having a cup of black coffee at the beginning of the day. My mother got up very early, before all of us, and when each of my brothers and I woke up, the first thing she would do, after brushing our teeth and washing our faces, was to pour us a big cup of black coffee, very strong and steaming.
But in my aunt's house they didn't have that custom. They had their coffee about mid-morning. So I would leave for school without drinking coffee in the early hours of the day.
Shortly after school started, I began to feel severe headaches and nausea. I didn't know that what I was feeling was part of the withdrawal syndrome. I had become addicted to caffeine and not having it made me feel sick.
After a while the discomfort subsided until it disappeared completely. And at some point someone explained to me that what I had felt was due to my addiction to coffee.
That experience made me aware of the danger of addictions in my life and I decided at the age of twelve that I would not become addicted to anything that would harm me.
In that resolution I have been quite successful. I once smoked a few cigarettes and was able to quit when I began to realize that the cigarette was taking over. I have also been able to control alcohol consumption and something I had not imagined was inside me. The compulsive desire to gamble.
There was a time when I felt the need to experience the thrill of gambling. And I took to betting on baseball games and horse races. I would go to the stadium and the racetrack and always tried to be close to the bettors. Fortunately I didn't get too far with that addiction and was able to stop it in time.
More recently I have been using a kind of marijuana infusion with milk to relieve chronic back pain. It works very well for me and I have also tried to use it only when the pain is severe. Every time I stop, nothing abnormal happens, I don't feel the slightest sign of withdrawal.
Now, at this moment, I can recognize at least two addictions. One is to be informed. Several times a day I check some portals to inform myself of events that are of interest to me. If I can't do that I really feel bad, as if I am thrown out of the world. That feeling of isolation makes me very cranky. I suffer when the internet in my area, which is really very bad, does not allow me to communicate with the outside world.
I could also say that I have a certain addiction to physical activity. I need it. Every day I try to walk at least four kilometers, try to ride a little bike and if possible swim in the pool. When the rainy season comes, sometimes I can't leave the house for two days. At those times I realize how necessary exercise is for me because I start to feel overloaded and cranky. If I don't go outside to do some activity, even if it's just a short walk, I feel bad.
About habits it is the same, I have some good ones and others not so good.
Among the good ones would be getting up every twenty or thirty minutes while I am writing on the computer. I have always had an intellectual activity that requires me to spend a lot of time sitting down. Over the years, this posture causes damage to the body. Our body is not designed to spend a lot of time sitting. Now I keep track of my time and every twenty or thirty minutes I get up, do some stretching, walk around the house to move my legs and arms and then go back to writing or reading on the screen. When I neglect this routine, I start to feel a lot of discomfort in the cervical area.
Another healthy habit is to meditate several times a day for a few minutes. This activity allows me to stay quite relaxed and rested. Step by step I have been realizing the great power of meditation to keep me relaxed. I also usually take a few minutes of rest after each meal. If I don't have time to rest I prefer to postpone the meal until I can have it.
One harmful habit is to bring negative thoughts to my mind first. It's something I'm very conscious of and struggle with all the time. For some reason I got used to see the negative side of the situation first. That of course doesn't have good consequences because it limits a lot of decision making. I have made some progress and when I see myself in that situation I pause and ask myself, is that really all there is...can't you look at things in another way...?
I have tried to be very careful not to anticipate negative outcomes, or jump to conclusions that might make me feel bad. Sometimes I succeed and sometimes I don't. But the important thing is that I am very aware that it is there and I have to stop it or let it go before it hurts.
As always I have really enjoyed doing this inner exploration. That is one of the great merits of these questions left to us by the folks at @econtrain, giving us food for thought. My thanks to them for providing us with such wonderful initiatives.
Thank you for your time.
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Atentamente
EQUIPO ENLACE 2022
Amigos muchas gracias por el apoyo.
Thank you for pouring out your mind on the good and bad habits you have and how you are working to stop the bad ones as it affect our lives if we continue doing those bad habits.
This is very good as it helps us to avoid eye strain and preventing us from looking into the screen for too long. Sitting down for long can have effect and we need to get up to stretch our body and arms. Thank you for sharing.
A young person may not feel the effect of sitting for so long. However, it is important to take precautions, so that they can last much longer without discomfort. It is also important what you mentioned about resting your eyesight. I also get tired a lot and have to use artificial tears. Thank you very much for stopping by and commenting, dear @princessbusayo . Be well. A big hug from Maracay.
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Podemos creer que nunca o muy poco atraemos pensamientos negativos y no es así. No sé si la edad influye @irvibc pero ahora que lo mencionas, estos pensamientos también me ponen intranquila, es en definitiva un mal hábito. Saludo cordiales 😊