Cuento corto: Sin destinatario ✍️✍️

in Cervantes2 years ago

Fuente

Sin destinatario


Mi estimadísimo Pedro,


Desconfío si estas letras perdidas lleguen a tus manos, sinceramente espero que no suceda, ya que me vería en la obligación de responsabilizarme de mis sentimientos y alguien como yo, que tú ya bien me conoces, no se caracteriza por poder afrontar de un gran modo este tsunami de coerción interna. Suena a excusa, verdad? Casi que logro convencerte? Ojalá que sí.

Quizás no entiendas el motivo de la verborragia, y te aseguro que yo tampoco, es disímil el vomitar letras cuando ruegas que el destinatario nunca se entere de ellas. Pero aquí estoy, haciendo frente a todo aquello que me vulnerabiliza a extremos impensables, permitiendo que mi coraza se caiga y destruya en miles de pedacitos, exponiéndome a quién sabe qué reacciones adversas. De miedos y pocas certezas se trata la vida, no? O, al menos, esa es una gran idea para convencerme que todo esto que estoy haciendo no se trata de un mero acto de impulsividad.

Mucha chachara para un paupérrimo acto de afrontar la realidad. Ya tú me conoces, hay terrenos que son desconocidos para mí y no entiendo como actuar; todo aquello que es humanamente innato y orgánico, puede significar torrentes violentos de ansiedad y torbellinos furiosos de pensamientos para mí.

¿Cómo explicarte por qué tu presencia me perturba tanto, sin acudir a la banalización y a una sobreexposición de mi persona? Los momentos a tu lado son mágicos, pero ¿cómo contentar a un alma que sólo busca preguntas y que vive ahogándose en literalidad? Que sí, pero que no; que todo parece ir en rieles, aunque nunca se sabe, porque hemos tenido malas experiencias; me augura algo bueno, no así, no quisiera poner las manos al fuego. Danzando entre idas y vueltas, mis propios demonios y sombras exaltándose y relamiéndose de regocijo ante una nueva inquietud.

Entonces, ¿por qué es todo así? ¿en qué situación nos encontramos? ¿qué significa todo esto para tí? ¿vale la pena arriesgar mi pellejo por todo lo que estamos viviendo? Mi mente es una congoja constante de sí, pero no. No tanto por tí, sino más por mí. Ya me conoces, soy un animal que vive de certezas y que poco dominio presenta para plantear una situación tan frágil y delicada como esta. Tú ya me entiendes, ¿verdad?

Mi situación ya te es clara. Soy un reconocido clérigo de nuestro pueblo, un ameno lugar agraciado por el Señor en donde no residen más de doscientas personas, no puedo exponerme a esto sólo porque sí. Nunca había sido tan real la cuestión de pueblo chico, infierno grande, no?

Mis días se debaten entre la constante inmoralidad de abordar este tema, nuestro tema, y el de continuar ignorándolo o fingiendo que esto no me afecta y que no se encuentra en mi mente todo lo que el futuro prometedor aguarda para nosotros. Es una vorágine que sólo trae frenesí a mi vida.

Espero respuestas sin contactar a un destinatario, se lo encomiendo al Señor.

Padre Ignacio.



separador.png


@Phendx.png

Sort:  

6VvuHGsoU2QBt9MXeXNdDuyd4Bmd63j7zJymDTWgdcJjnzadHMR35jupSLKfsxWsDpv7tyKd4sRJpNAJLQKYfDE48odTPmu227aT6PpKVy9HCmTh8gH8CV2MRvxAtm.gif

Muchisimas gracias!! Lo super aprecio! :-)